A diferencia de los propietarios de los complejos vacacionales marítimos, que este verano no han hecho sino quejarse del reflujo de clientes, la gente que trabaja en el sector del turismo SPA decididamente no tiene motivo de descontento. Los balnearios y los centros SPA nacionales gozan de un interés continuo, especialmente en otoño, su mejor temporada, cuando las instalaciones acogen el mayor número de clientes deseosos de sacudirse el estrés acumulado y los dolores por medio de distintos procedimientos, programas, tratamientos y otras atenciones salubres para el cuerpo y el alma, incluidas algunas típicamente búlgaras. A los búlgaros les gusta "ir al SPA" en otoño y a principios de la primavera, cuando no les tientan el mar ni las playas cálidas. Los extranjeros, por su parte, se relajan durante todo el año en los balnearios y los centros de SPA nacionales, donde reciben un servicio excelente, según los estándares internacionales pero a precios mucho más bajos. Rusos, griegos, macedonios, rumanos y turistas de Israel son de los más fieles aficionados a las estaciones SPA búlgaras. La ventaja de Bulgaria en este sentido es la increíble abundancia de aguas minerales, que le merecen el segundo lugar en el Viejo Continente, después de Islandia. Las propiedades curativas de esta agua eran altamente apreciadas por los romanos, que solían construir sus urbes en tierras búlgaras cerca de las fuentes termales. Por esta razón en las proximidades de la mayoría de las estaciones SPA de los balnearios búlgaros hay restos de fortalezas y de termas de la Antigüedad.

Sin embargo, lo que atrae a la numerosa clientela solvente son los nuevos y resplandecientes hoteles con SPA que ofrecen lujo derrochador y placeres corporales. Hisar, Kyustendil, Sandanski y, últimamente, la aldea de Chiflik son los destinos nacionales más populares para unas vacaciones saludables.

“Visito los centros SPA más prestigiosos del mundo para conocer las últimas tendencias en la industria y luego las aplico en mi hotel”, dice el propietario de algunos de los complejos SPA de mayor renombre en la ciudad meridional de Velingrad. Unos años atrás, esta villa rodopiana fue proclamada, muy merecidamente, capital SPA de los Balcanes por la Asociación Internacional de Hoteles y Restaurantes.

No obstante, los empresarios locales no duermen en los laureles y trabajan duro para ampliar su negocio: diversifican continuamente, modernizan las instalaciones y enriquecen la gama de servicios. Debido a la feroz competencia, todos procuran ofrecer un lujo aún mayor y más programas fuera de lo estándar. Ya que la demanda determina la oferta, también en este ámbito, como en otras partes del país, se priorizan los productos típicos búlgaros, preferidos por los extranjeros.

“Todos saben lo bueno que es el yogur búlgaro. Aquí lo combinamos con diversos procedimientos”, explica Nina Pejlivánova, terapeuta en un hotel con SPA local . Es un buen tratamiento que aclara la piel, la hidrata y le da energía. Suscita interés también nuestra terapia llamada Sueño búlgaro, que incluye masaje con hierbas secas de los Ródopes como tomillo, manzanilla común, hierba de San Juan. Son muy aromáticas y están impregnadas con extracto de aceite de rosa. El efecto es relajante, ya que su aroma beneficia mucho el tono".

Es poco probable encontrar un hotel con SPA en Bulgaria que no ofrezca procedimientos a base de la famosa rosa oleaginosa búlgara, que se ha consolidado como reina del know-how nacional en la esfera del SPA y la balneoterapia.

Dimitar Pénev, masajista de un hotel con SPA en la aldea de Chiflik dice: “Por lo general, entre los extranjeros es muy popular la rosa búlgara, rica en vitaminas, que aromatiza y suaviza la piel. Son muy solicitados también el barro y la lejía de Pomorie, conocidos por sus propiedades curativas. Son buenas para la piel, las articulaciones y el aparato locomotor".

Últimamente, los hoteleros comenzaron a centrarse en la balneoterapia y el turismo médico. Así, al lado de los centros SPA, que semejan palacios orientales de las 1001 noches, han surgido balnearios con equipos médicos modernos. También en este ámbito los trabajadores de la industria muestran imaginación e ingenio envidiables. Junto con los procedimientos balneológicos tradicionales: con agua mineral, lejía, barro, etc., se desarrollan  terapias curativas no convencionales. Por ejemplo, la "especialidad" de uno de los hoteles con SPA de mayor reputación en la ciudad de Sandanski, en el suroeste de Bulgaria, son los programas a base de turba natural que, dizque, tiene un efecto mágico sobre el aparato locomotor. En Hisar apuestan sobre todo en su dilatada experiencia en la balneología y la increíble variedad de terapias ofrecidas por las clínicas locales y los complejos hoteleros.

“Estamos haciendo intentos, de momento infructuosos, de atraer a visitantes de la UE a través de  sus numerosas cajas de salud públicas y privadas” – explica Stefka Kóstova, gerente de hotel con SPA en Velingrad. Según ella y sus colegas, el SPA nacional sigue siendo tierra incógnita para este segmento turístico solvente. La razón, probablemente, estribe en la inestabilidad política y económica y en la escasa promoción del turismo búlgaro en el extranjero.

Versión en español por Daniela Radíchkova
Fotos: Veneta Nikolova