Una décima parte de las compañías más importantes en el Sudeste de Europa son búlgaras. Así lo pone de manifiesto la clasificación anual regular de la SeeNew TOP 100 SEE 2016. Se trata básicamente de compañías del sector energético y la industria pesada: la mayor refinería en Bulgaria que es la “Lukoil Neftochimik Burgas” rusa, la compañía cuprífera germana Aurubis, la Compañía Nacional de Electricidad, la planta nuclear de Kozloduy, entre otras.
Entre los cien bancos mayores en la región citada hay también 18 que operan en Bulgaria. Veintidós compañías de seguros que operan en el mercado búlgaro también forman parte del centenar de las compañías de seguros más importantes en esta porción del continente.
Todo lo anterior pone de relieve que a pesar de ser las pequeñas y medianas empresas la espina dorsal del sector económico búlgaro -en las que se desempeña un 65 % de las personas empleadas- en este país tienen cabida y se desarrollan con éxito negocios importantes a escala europea.
Las pymes tienen una serie de bazas en la rivalidad y competencia en el mercado. Son flexibles, adaptivas y capaces de ocupar cualquier nicho que aparece en el mercado y también desistir con rapidez de mercados faltos de perspectiva y agotados. No obstante, los grandes son grandes, lo que significa que su potencial para aplicar innovaciones, fabricar productos baratos y satisfacer demandas masivas y duraderas, es más importante. En la práctica las pymes y los colosos en el sector económico se complementan muy acertadamente y tienen una utilidad recíproca.
Sin embargo, ser grande en el terreno económico significa contar con un mercado grande, y es que Bulgaria es un país pequeño, de una población no tan numerosa y de un número limitado de usuarios. En principio, este hecho es una traba ante la expansión exitosa de los grandes negocios. Resulta que en la Bulgaria moderna esto no es precisamente así, por la sencilla razón de tener este país una economía extraordinariamente abierta y vinculada con los mercados internacionales, donde únicamente se puede desplegar el potencial de las grandes empresas. Bulgaria también exporta e importa una parte enorme de su PIB y casi toda la industria y agricultura del país dependen del Estado y de la demanda en los mercados internacionales. En esto precisamente reside la premisa más importante para el fomento de los negocios grandes, o sea, en el libre movimiento de mercancías, personas y capitales. Y es justamente a ello a que se deben los resultados bastante buenos de las compañías búlgaras en las clasificaciones confeccionadas para las empresas más importantes en el Sudeste de Europa.
Hay, sin embargo, otra cosa también que cabe resaltar en relación con estas clasificaciones y la apertura de la economía búlgara. Se trata de hecho de que casi todas las compañías “búlgaras” en estos ránkings tienen, en realidad, dueños extranjeros: rusos, norteamericanos, alemanes, italianos, austríacos, etc. Esto, empero, no les impide en absoluto pagar sus impuestos aquí en Bulgaria, abonar los sueldos a sus trabajadores y empleados búlgaros, surtirse de materiales de pequeñas y medianas compañías búlgaras suministradoras y, de hecho, generar Producto Interno Bruto, o sea, bienestar.
Es cierto que los países del sudeste europeo no son de los más importantes y potentes, desde el punto de vista económico y que las compañías consideradas importantes en esta región de Europa, puede que no sean del más alto rango mundial, vistas con un enfoque global. Pero el propio país de esta zona, su sector económico y sus indicadores macroeconómicos muy raras veces consiguen alcanzar posiciones más avanzadas a escala mundial. Bulgaria, vista en su integridad, se sitúa, en el mejor de los casos, entre los 50 países primeros en el mundo por su competitividad, productividad, entorno empresarial, PIB per cápita, etc.
Se trata de una presentación más que buena e indicativa tanto del buen desarrollo del país como del enfoque pragmático y realista de las autoridades y los hombres de negocios frente a las capacidades efectivas del país. Es precisamente por este hecho que actualmente el sector económico búlgaro se encuentra en una forma óptima, a diferencia de muchos otros países de Europa. El PIB en este país crece a ritmos estables, el desempleo va bajando y el bienestar tanto del Estado como de los ciudadanos va aumentando sensiblemente.
Versión en español por Mijail Mijailov