2005. Una inmobiliaria de Sofía. Los teléfonos no dejan de sonar, los corredores de bolsa trabajan sin descanso. El interés por los bienes inmuebles es enorme. Ingleses e irlandeses compran apartamentos en la costa y casas de campo. El boom de construcciones está en su apogeo, el negocio florece.
2009. La misma agencia inmobiliaria. El teléfono ha dejado de sonar, de la oficina dicen que nadie llama, no hay interés, muchos de sus colegas han cerrado sus oficinas. Enormes recintos residenciales están vacíos. Las casas de veraneo y en el campo se venden ya difícilmente. Los constructores ofrecen viviendas a un precio cercano al de su coste. Las casas de campo están abandonadas, el negocio está decayendo.
“Hoy día la oferta de bienes raíces es mucho mayor que la demanda, comenta Strahil Ivanov, presidente de la Asociación Nacional de Bienes Raíces, en una entrevista para Radio Bulgaria. Además, en los últimos tres o cuatro meses han crecido también las ofertas de parte de jueces de ejecución y bancos que venden pisos, casas, hoteles y fábricas hipotecados. Estos bienes irán aumentando dada la imposibilidad de los propietarios de pagar sus créditos. Algunos clientes corporativos venden entre 10 y 100 viviendas.” 

En un año y pocos meses los precios han bajado del 10 al 30%. El mayor decrecimiento se nota en los grandes edificios de viviendas donde muchos de los pisos, construidos con fines especulativos, quedan sin vender. “En Bulgaria los precios siguen siendo los más bajos de Europa”, explica Strahil Ivanov, “a pesar de ello, no hay expansión de compradores extranjeros ni se nota gran movimiento de los capitales.”
Según datos de algunas agencias, los precios de las casas de campo en el país decrecieron con más de un 50% en comparación con el año pasado, mientras que el monto medio de los negocios realizados este verano no supera los 12 mil euros. En la prensa últimamente aparecieron informaciones de que los ingleses, dizque, han comenzado de nuevo a comprar casas de campo en el país. ¿Cuál es la verdad?
“Siempre he tratado de no confundir los deseos con la realidad, dice Strahil Ivanov. Los clientes extranjeros son pocos, con la excepción del sector de ofertas más bajas de pisos en los centros de veraneo del Mar Negro donde los principales compradores son de Rusia, Lituania, Letonia, Estonia, Polonia, República Checa y Eslovaquia. Toda esta gente adquiere bienes de clase baja: pisos de un dormitorio, apartamentos que están lejos del mar, a precios de 25 a 60 mil euros.”
Este año el 95% de los clientes en los centros de vacaciones son ciudadanos rusos, de la clase media, indica un estudio de la compañía de inversiones “Green Life”. A título de comparación, hace sólo tres años ellos formaban apenas un 15% de todos los interesados. Esos clientes disponen de un presupuesto de 45 a 60 mil euros, buscan la oferta de mayor provecho, tienen muchas expectativas respecto del bien que adquieren y siempre pretenden una rebaja del precio de la oferta. Crece más el número de los que buscan una casa cerca del mar, creciendo su porcentaje del 10 al 30%.

¿Cuáles son las tendencias del mercado de bienes raíces en Bulgaria?

“Para el otoño e invierno se espera un mercado débil, aumento de las ofertas y paciencia por parte de los clientes y vendedores, dice finalmente Strahil Ivanov. Los que no puedan aguantar, pactarán negocios porque en los últimos 15 años entre 30 y 50% de los negocios en Bulgaria estuvieron relacionados. Comprar para vender. Vender para comprar. O dicho sea de otro modo quieres vender un apartamento para comprar otro mayor o bien cambiar de barrio. Siempre habrá mercado para la gente que quiere o necesita hacer negocios porque de esta manera hacen realidad sus deseos. No puedes detener la vida, ¿no?”

Versión en español de Plamen Jrístov