¿Cuál es el chiste más difundido sobre los gitanos en los últimos años? El que dice que su mayor sueño es despedazar y vender la Torre de Eiffel. Es sólo un chiste pero la verdad es que en otoño del año pasado la policía francesa detuvo cerca de París gitanos de Bulgaria y Rumanía por haber robado cables de cobre.
¿Cuál es la profesión más próspera en Bulgaria?
Sin duda, ocupan el primer lugar los productores y los comerciantes de llaves y cerraduras. Lamentablemente las cerraduras supermodernas no son un obstáculo ante las hábiles manos de los gitanos. En realidad, los representantes de la sociedad que se ganan el pan coleccionando y privatizando objetos de metal, entre ellos muchos cíngaros, saquearon un gran número de casas y patios rurales incluso agrediendo a ancianos o personas que viven solas. No hablamos de oro, dinero u otros objetos valiosos. Hay casos chocantes: uno cierra su casa en el campo en otoño y en primavera encuentra sólo los restos de la placa de hormigón porque el acero de la armadura había sido sacado y vendido en los puestos de recolecta de hierro.
Después de tantos actos de delincuencia doméstica en el noroeste de Bulgaria, y no sólo allí, la policía búlgara por fin decidió adoptar medidas. Pero incluso si logra dominar la situación, esto no resolverá nada. El problema es mucho más grave y la rápida integración de los gitanos no puede ser demorada. Por muy grandes que sean los esfuerzos y los medios europeos para su integración en la sociedad, los resultados no son optimistas. El paro entre los gitanos conlleva una pobreza desesperante que conduce a malas vías de supervivencia. Los preocupantes datos de su nivel educacional indican que una gran parte de ellos se encaminarán por estas vías. Sobre el telón de fondo de una catástrofe demográfica y emigración de jóvenes de buena formación, la futura mano de obra será conformada por los cíngaros. Lamentablemente en los próximos años no se puede contar mucho con ellos.
¿Cuáles son las causas?
Según un estudio del Ministerio de Política Social, realizado hace dos años, poco más del 7% de los gitanos nunca ha visitado la escuela. El 8,3% no tiene ni siquiera educación primaria, es decir no ha terminado el 4º grado. Poco más del 10% ha terminado sólo la primaria.
“Según la legislación búlgara, una persona que ha estudiado sólo los primeros 4 grados es analfabeta. No puede terminar ni siquiera el primer grado de su cualificación profesional”, dice Deyán Kólev, presidente de la fundación Amalipe. Si confiamos en las cifras, un 25% de los gitanos no puede recibir el inferior grado de cualificación profesional.
“Es alarmante el bajo porcentaje de los gitanos que tienen educación superior, un 0.5% –agrega Deyán Kólev –. A título de comparación, entre los búlgaros étnicos este nivel se sitúa en el 25,6% y entre los turcos étnicos en el 5%. Son muy pocas las personas que han terminado la secundaria. Según datos del censo de la población de 2011, apenas el 9% de los gitanos tienen educación secundaria. Las cifras del Ministerio de Política Social son más diferentes, según éstas, el número de los gitanos de educación secundaria ronda el 14%. No obstante si hablamos de un 9 o 14%, éste porcentajes es muy bajo”.
¿Qué ha de decirnos esto?
Siendo el nivel educacional de los cíngaros tan bajo ellos encuentran otras maneras de buscar su sustento. Una de las maneras es el negocio con metales donde los gitanos son sólo ejecutores mientras que “los cuellos blancos” dirigen todo el proceso. 6 millones de euros es la facturación del negocio con hierro, según ha sido señalado en un debate promovido por el periódico 24 horas. Solo la clausura de los puestos de recolecta de hierro pondrá fin a las acciones delictivas de los gitanos que se ocupan de este negocio, opina gran parte de los búlgaros.
“Un gran porcentaje de la mendicidad está en manos de los clanes gitanos, dice Anguel Dzhambazki, consejero municipal en el Ayuntamiento capitalino del partido nacionalista VMRO. Se barajan sumas de centenares de millones de euros al año en toda Europa. Esto no lo digo yo, es información proporcionada por los servicios europeos de seguridad y de las sumas que han detectado de mendicidad y de ratería”.
Todo esto motiva los prejuicios en Europa respecto a los búlgaros, continúa Dzhambazki. “Esto no se debe al comportamiento de universitarios, científicos o trabajadores búlgaros que se ganan el pan dignamente y aportan al crecimiento económico de esos Estados. Estos prejuicios se deben a las bandas gitanas de ladrones, prostitutas, rateros, pordioseros en el oeste de Europa que crean una mala imagen de Bulgaria y de la sociedad búlgara”.
Cabe decir que entre los malos ejemplos hay también buenos. Son cada vez más los gitanos que han encontrado su lugar en otros Estados europeos y gozan de respeto. Son constructores, tienen pequeñas empresas, limpian casas. Allí donde las leyes son severas y se respetan de modo categórico, la única manera de ganarse la vida es trabajar duramente.
Versión en español por Hristina Taseva
Fotos: BGNES
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