Hace cinco años dos organizaciones ambientalistas holandesas, ARK y Avalon, vieron en la parte oriental de los montes Ródopes, la montaña del mítico cantor tracio, Orfeo, el centelleo del nuevo oro de los tracios, que es la naturaleza conservada. El nuevo oro de los tracios, así denominaron su proyecto cuyo vigor reside en la combinación de tres elementos: agricultura ecológica, conservación de la naturaleza y desarrollo de ecoturismo. El proyecto termina con logros significativos en la creación de modelos de desarrollo sostenible de los Ródopes Orientales. Hablamos sobre el inicio del proyecto con Franc Zanderink, jefe de la organización ARK.

“Esto era una región olvidada que la gente abandonaba en masa. Los Montes Ródopes Orientales son y, no estoy exagerando, una de las regiones europeas más ricas en biodiversidad. Los vecinos abandonaban la región a causa de la falta de medios de subsistencia y con ello desaparecían sus manadas de vacas y ovejas. El bosque se apoderaba de los prados abandonados y eso causaba la pérdida de gran parte de los insectos, reptiles y aves típicos de la zona. Decidimos que podíamos ayudar a la región de la manera que funciona nuestra organización ARK, estimulando la restauración de los procesos propios de la naturaleza y, al mismo tiempo, enseñando a la gente cómo aprovechar esa riqueza. Para ello empezamos a estimular el desarrollo de la agricultura y la cría de ganado ecológicas, y también del turismo. Los primeros años fueron difíciles pero ahora vemos que la gente ha empezado a ir por este camino, ha sido creada una red de agricultores, expertos y autoridades locales que trabajan en esta línea. Los holandeses somos muchos habitantes en un pequeño trozo de tierra y por eso siempre hemos viajado por el mundo, hemos sido grandes marineros. Hemos cometido muchos errores. Hemos talado los bosques para construir barcos. Después hemos tenido que repoblar los bosques con árboles y ayudar la recuperación de la naturaleza. Hoy en día sabemos su precio porque la hemos perdido. Nos consta qué no se debe hacer y queremos prevenir a otros países y no permitirles que emprendan ese camino contra su naturaleza. Queremos ayudar a Bulgaria para que detenga la devastación de la naturaleza antes de que sea tarde.”

Cuando en 2009 el Nuevo oro de los tracios empezó su proyecto, en los Montes Ródopes orientales había solo 7 productores de productos orgánicos certificados. Hoy existe una red de 40 biosferas certificadas o en proceso de certificación y cinco procesadores orgánicos. Existen oportunidades de duplicar su número. Se han creado muchas casas para huéspedes y casas rurales para ecoturismo. Se ha publicado el primer mapa turístico detallado de los Montes Ródopes orientales, una Guía de los Montes Ródopes orientales en búlgaro y en inglés, un mapa de la ruta ecológica Transródopes. Han sido recuperados con éxito en la naturaleza bisontes europeos y caballos salvajes del tipo tarpán. Se están criando gamosy ciervos reales. Todo esto ha generado un gran aumento del número de visitas turísticas en la región y la creación de fuentes de ingresos sostenibles para una gran parte de los agricultores locales.

Algunas de las granjas ecológicas como la de Petko Anguelov, Tepavitzata y otras pasan a una etapa más alta de prácticas agrícolasecológicas, a la agricultura biodinámica que se basa en antiguas prácticas agrícolas establecidas acordes al calendario lunar, la influencia de las estrellas, el Sol, las energías naturales. El señor Anguelov siembra y recoge la cosecha de limets, un tipo de espelta, antigua variedad de trigo de la época de los tracios, exactamente en las fechas de los equinocciosde primavera y otoño.

“Aramos y sembramos descalzos. Hace falta que la energía de la tierra se transmita al sembrador y viceversa, que haya un intercambio de energía vivificadora. Necesariamente practicamos un rito que semeja una espiral, también basado en la tierra. Para los tracios el centro del Universo era la Madre Tierra. La labranza del suelo era amigable como recomiendan ahora algunos institutos europeos. Están en contra del arado profundo que quebranta la estructura del suelo. Nosotros practicamos una profundización con pinchos para asegurar la penetración de la humedad en el suelo sin vulnerar su integridad. En la agricultura biodinámica hay que mantener horarios exactos, hay que efectuar determinadas faenas en días y horas concretos según la influencia de factores naturales, astronómicos y de otra índole. Esto se hace para no infringir la integridad del suelo.En los últimos años tratamos de restaurar las prácticas agrícolas tal como eran practicadas por los tracios, 8 mil años atrás. El año pasado sembramos dos explotaciones. En la primera usamos los métodos antiguos, en la segunda – los modernos. Nos sorprendió muy gratamente el hecho de que en el terreno donde habíamos utilizado las prácticas biodinámicas, los resultados eran dos veces mejores, en términos del rendimiento, crecimiento y densidad de lo sembrado. Actualmente, este es el tema de un proyecto multinacional muy interesante en el cual participa nuestra academia agrícola e institutos checos y alemanes. Mis colegas se sorprendieron al ver que así se puede aumentar la productividad sin utilizar herbicidas, ni abonos. No usamos ni siquiera abonos naturales, sino solo algunos minerales especiales muy difundidos en nuestro país, tales como las zeolitas que en 5-6 hasta 10 años van transmitiendo un poco de sus substancias benéficas al suelo y lo enriquecen”.

Estas prácticas curiosas tomadas de los tracios se podrán ver en el próximo Festival del Pan en la aldea de Rabovo que se celebrará a finales de julio. “Allí mostraremos cómo se recoge la cosecha de la manera tracia, cómo hacían harina del trigo, cómo amasaban el pan etc.”, explica el señor Anguelov y agrega que el evento despierta cada año creciente interés en grupos turísticos de Bulgaria, Holanda y Alemania.

Versión en español por Ekaterina Bobeva
Fotos: newthraciangold.eu