El 24 de mayo es un día de fiesta sin parangón en el mundo con la que los búlgaros suelen rendir homenaje a la escritura, la educación y la cultura. ¿Cómo fue celebrada en 1939? La serie titulada 80 años en 80 semanas presentará ese día mediante grabaciones de la Fonoteca de Radio Nacional de Bulgaria que nos trasladarán al festejo de esa fecha, cuando pronunció un discurso Bogdan Filov, primer ministro en aquella época.

“Muchas veces se ha destacado que hay pocas naciones como la búlgara que presten tanta atención a cuestiones de la educación y la cultura espiritual y que hayan contribuido tanto a este respecto. Los búlgaros han demostrado que aprecian estos valores del espíritu que dan derecho a un pueblo de existir como un ente libre entre los otros pueblos y que son los únicos en justificar su existencia histórica y en otorgarle el derecho de desempeñar el papel histórico que le ha sido asignado. Estas son las circunstancias principales entorno a la inauguración de la Semana del Libro Búlgaro”.

Bogdan Filov tuvo sus razones para ese discurso emotivo, ya que en los años 20 y 30 del siglo pasado, hubo un esfuerzo considerable para el desarrollo de la educación búlgara: se aprobó la Ley de la Educación Popular, aumentó el número de las escuelas básicas, se inauguraron nuevas escuelas superiores como la Academia de Música y la de Arte, la Escuela Superior Técnica abrió sus puertas para los estudiantes universitarios.

En 1939, empezó la construcción del edificio nuevo de la Biblioteca Nacional. La voz de Bogdan Filov nos recuerda aquel hecho:

“Precisamente este año hay otro hecho que no puedo pasar por alto y que confiere una significación especial a la Semana del Libro Búlgaro. Muchas veces se decía que era hora de que hubiese un depósito decente para los libros búlgaros donde conservarlos y proponer iniciativas de su uso y divulgación. Es una cuestión reiteradamente comentada. Hubo muchas promesas de edificar una biblioteca nacional en la capital, no obstante, apenas este año veis su edificio junto a la universidad, el centro más importante de la educación y la cultura búlgaras”.

La Biblioteca Nacional es el instituto cultural más antiguo de la época posterior a la liberación de Bulgaria. Se creó en 1879, un año después de la Liberación por idea del profesor Michail Bobotinov, de Sofía. El nuevo edificio, construido en 1939, fue destruido durante los bombardeos de Sofía en 1944. En 1946, empezó la restauración del edificio diseñado por los arquitectos Ivan Vasiliov y Dimitar Tsolov.

Hoy en día, el fondo de la Biblioteca Nacional cuenta con unas 8 millones unidades registradas. Además de libros, guarda también publicaciones periódicas, gráficas, cartográficas y electrónicas. La sección de manuscritos cuenta con 5550 ejemplares. En el depósito de libros incunables, raros y valiosos, hay 19 mil libros y publicaciones periódicas impresos en el periodo del siglo XV al XXI. Un hecho curioso es que en la Biblioteca Nacional se conserva una de las más ricas colecciones de archivos osmanlíes. Los documentos están en turco otomano, árabe y persa y suman un millón de folios distribuidos en 500 mil unidades de archivo.

Al final, les ofrecemos otro hecho curioso acerca de Bogdan Filov. Él es uno de los pocos políticos búlgaros más indicados para hablar del desarrollo de la cultura y la educación búlgaras. Solo una pequeña parte de su carrera está relacionada con la política. La gente le recuerda como primer ministro y regento del pequeño zar Simeón II. No obstante, Bogdan Filov era un destacado arqueólogo e historiador del arte. Fundó el Instituto de Arqueología y fue pionero en las excavaciones sistemáticas en Bulgaria y presidió la Academia de Ciencias Búlgara desde 1937 hasta 1944.

Versión en español por Ekaterina Bobeva