Después de cuatro angustiantes meses de incertidumbre, especulaciones y supervisión especial por parte del Banco Nacional de Bulgaria al cerrado Banco Comercial Corporativo, por fin han sido anunciados los resultados de la auditoría de esta institución bancaria. Resultaron muy parecidos a los pronósticos más oscuros hechos por expertos: hay un vacío de más de 2 mil millones de euros, repartidos en forma de créditos sin garantía a empresas ficticias relacionadas con el propietario del banco Corpbanc. La posibilidad de que sean servidos dichos créditos es mínima.

Las revelaciones escandalosas en torno al Banco Comercial Corporativo señalan que sus activos buenos ascienden tan solo a mil millones de euros, siendo la deuda del banco a sus clientes y depositantes más de 3 mil millones de euros. Esto significa que, en el mejor de los casos, los ahorradores y los depositantes podrían recibir apenas una tercera parte de su dinero. Los 2 mil millones de euros restantes deberían ser asegurados por el Fondo de Garantía de Depósitos o por el Presupuesto Público, ya que, según la ley,  los depósitos de hasta 100 000 euros están garantizados.

Según los auditores, las causas de la catástrofe del Banco Comercial Corporativo radican en muchas violaciones a las normas legales y en un sinfín de malas prácticas bancarias, entre ellas algunas de carácter delictivo, cometidas por la Directiva del Banco. Debido a ello, el caso Banco Comercial Corporativo será remitido a la Fiscalía.

Sin embargo, los especialistas hacen recordar que muchas de estas infracciones e intentos de suministrar información falsa o incompleta al Banco Nacional hubieran podido y debieran ser detectados y cortados por el omnipotente organismo de Supervisión Bancaria del Banco Central.

Siguió la pregunta, ¿habrá hecho este organismo bien su trabajo? Las serias dudas de lo que haya hecho surgieron hace 4 meses, cuando justamente la Fiscalía y la Administración tomaron medidas contra el jefe de la Supervisión Bancaria del Banco Nacional de Bulgaria y él dejó de desempeñar sus funciones. En aquel entonces en el espacio público surgieron rumores de que esta persona estaba relacionada con el problemático banco e hizo muchas cosas para cubrir las actuaciones no reglamentadas e ilícitas de la Directiva del Corpbank, y sobre todo de su accionista mayoritario, Tsvetan Vasilev. Cabe recordar que Vasilev abandonó el país unos días antes del estallido del escándalo y desde entonces no deja de llenar  los medios de comunicación y las instituciones con excusas, acusaciones de complot, promesas de que pronto todo se arreglará y explicaciones de que no se atreve a aparecer en  Sofía, a pesar de ser buscado por Interpol.

Ya al principio de la crisis del Corpbanc, el gobernador del Banco Central de Bulgaria anunció que el caso se resolvería de acuerdo con la legislación búlgara yde momento parece, por lo menos en papel, estar cumpliendo su promesa.

Sin embargo, las instituciones europeas emitieron numerosos recordatorios y advertencias de que el caso debe ser resuelto según la legislación europea que prevalece sobre la legislación nacional. La Comisión Europea incoó un procedimiento penal por incumplimiento de las disposiciones comunitarias, según las cuales los depositantes del Banco Comercial Corporativo deberían haber recibido hace tiempo sus depósitos de hasta 100 000 euros, garantizados por ley.

El ultimátum del organismo bancario europeo que exigió el pago inmediato de los depósitos tampoco consiguió mover al Banco Nacional de Bulgaria a emprender actuaciones más decididas. No fueron tomadas medidas de saneamiento para evitar la quiebra del banco. Por el contrario, incluso después de haber sido publicado el informe de los auditores, desde el Banco Central comunicaron que necesitaban más información y que pasarían la pelota al nuevo Parlamento búlgaro ya en el primer día de su constitución. A fin de cuentas, hay pocas esperanzas de que el caso se resuelva pronto y no hay manera de tranquilizar a las personas que han depositado su dinero en el Banco Comercial Corporativo, que con insistencia reclaman la devolución de su dinero.

Versión en español por Vésela Petrova