“Ciudadanos y ciudadanas, compañeros y compañeras. La delegación, nombrada por el Gobierno y autorizada por el presídium de la Asamblea Nacional para tomar parte en la labor de la convocada este mes de noviembre en Varsovia reunión para asegurar la paz y la seguridad en Europa, realizó la encomienda asignada. Participó de forma activa en el trabajo de la reunión de Varsovia de los ocho países europeos y firmó un Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua”.
Con estas palabras de Valko Chervenkov los búlgaros entendieron que el país había formado parte del Pacto de Varsovia, la alianza política y militar de los países socialistas. Además de Bulgaria, el acuerdo fue firmado por Albania, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, la República Democrática Alemana, Rumania y la Unión Soviética. La Alianza fue creada para contrarrestar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) por un plazo de 20 años. Sin embargo, ésta siguió refrendada hasta el colapso del comunismo y los sistemas totalitarios.
La organización militar del Pacto de Varsovia no tuvo un papel independiente, ya que en condiciones de guerra ésta debería poner las fuerzas bajo el mando soviético. En la práctica, el Tratado es un instrumento soviético de control político y militar que legitimó la presencia del ejército soviético en Europa del Este.
Prácticamente, el Pacto no garantizó la prometida “no-injerencia mutua en los asuntos interiores y el respeto a la soberanía” de los países miembros. Las fuerzas fueron aplicadas en dos ocasiones para reprimir las rebeliones del sistema comunista. Sus tropas intervinieron en 1956 en las protestas de Hungría y Polonia y en 1968 en Checoslovaquia durante la Primavera de Praga para poner fin a las reformas democráticas hacia que se encaminaba el Gobierno de Alexander Dubcek. Después de la invasión de las tropas soviéticas y de sus aliados de 1968, Albania y Rumanía se retiraron del Tratado. Este hecho es considerado “la muerte del Pacto de Varsovia” y percibido por el pueblo checo como una liberación. La disolución oficial del Pacto de Varsovia se formalizó en Praga el 1 de julio de 1991en la reunión de los líderes democráticos, presidida por el presidente checo Vacval Havel.
Es impresionante el discurso del entonces diputado Solomon Pasi ante la Gran Asamblea Nacional, pronunciado con motivo de la disolución del Tratado.
“Somos testigos de la muerte política y de la solución ideológica de una de las conspiraciones militares y políticas más agresivas después de la Segunda Guerra Mundial a esta parte. Somos testigos del ocaso del Pacto de Varsovia. Sin indicar los objetivos que pretendía tener esta alianza, quisiera señalar que lo que logró el Pacto de Varsovia se expandió en tres direcciones. La exportación sistemática de comunismo y de revoluciones, el terror militar sobre sus propios miembros, protección e inspiración del terrorismo mundial. El blanco estratégico de este bloque fue uno, fue nuestro planeta. Su objetivo supremo fue la victoria total del comunismo mundial, expresada en el triunfo global del imperialismo soviético. Algunos hicieron todas estas evaluaciones ayer, son evaluaciones que pueden ser comprobadas hoy, son un preludio a la moralidad que evidentemente gobernará mañana. El país gigante de este pacto llegó a momentos fatídicos. Ahora éste se está desintegrando bajo la presión de las fuerzas centrífugas, generadas y oprimidas por su ambición imperialista y su política conquistadora durante decenios e incluso centenares de años. Ahora, cuando el Imperio está afrontando el compromiso de cómo conservar sus provincias, la seguridad de sus satélites se convierte sin duda en un problema menor. La dirección evidente de estos procesos políticos señala que ya es hora de que Bulgaria se preocupe por su defensa al buscar un mayor número de aliados más fiables, y asegurarse menos eventuales enemigos”.
Versión en español por Vesela Petrova
“Entrevista en el vientre de la ballena” ¿Dónde estuviste, me preguntan, desde hace más de tres décadas? Estuve en el vientre de la ballena. Todos Vds. lo ven y me lo preguntan a propósito. ¿Qué tal te lo pasaste, me preguntan, tres..
“En cualquier otro sentido, aparte del geográfico, Europa es una construcción absolutamente artificial”. Palabras estremecedoras pertenecientes a Margaret Tatcher que figuran en su libro “El arte de gobernar”. En los años 80 del siglo XX la dama de..
La otra Bulgaria. Son los miles de búlgaros, expulsados al extranjero después del golpe de estado pro soviético del 9 de septiembre de 1944. Esparcidos por el mundo entero ellos viven con la imagen de la patria, con su pasado discutible,..