Fue en el año 1966 cuando se sentaron las bases del sector nuclear búlgaro. El 15 de julio de aquel año Bulgaria y la entonces Unión Soviética suscribían un convenio para la construcción de una central nuclear en Bulgaria. Para solar de las obras fue elegido un terreno a orillas del río Danubio, a 5 kilómetros al este de la ciudad de Kozloduy. Los proyectos para las instalaciones fueron confeccionados por ingenieros rusos y búlgaros. La primera palada, que marcó el comienzo de las obras, se hizo el 14 de octubre de 1969. En la primavera del año siguiente, con la participación de más de cien mil constructores y montajistas búlgaros y rusos, se acometía la construcción del cuerpo central de la central nuclear de Kozloduy en el cual se ubicarían la sala de reactores, la sala de máquinas, el centro de ventilación y los dispositivos eléctricos de los reactores.
En junio de 1972, llegó, procedente de la Unión Soviética, el primer reactor, y en noviembre del mismo año el reactor fue bajado a su pozo. Luego se debía proceder a su puesta en explotación que sólo se haría posible previa firma de un contrato. Precisamente, aquel contrato resultó objeto del conflicto en el cual se confrontaron los expertos búlgaros de la central, empresas de comercio exterior búlgaras y soviéticas, ministros y viceministros. A fin de cuentas, el primer reactor nuclear fue puesto en marcha dos años después. La apertura oficial de la central nuclear de Kozloduy se produjo el 4 de septiembre de 1974.
El ingeniero Petar Popov, jefe de las obras de la primera planta nuclear búlgara, evoca los momentos más emocionantes de su labor en aquella época: “El 6 de abril de 1970 llevé a pie de obras el primer esquema del cuerpo principal de la central. El bosquejo tenía que ver con la excavación del cuerpo principal. De hecho, aquel 6 de abril comenzamos a construir el cuerpo principal. Las obras, de gran envergadura, se extendieron hasta el año 1974 y para el 4 de septiembre ya lo habíamos terminado todo y estábamos listos para la apertura de la central. La primera etapa de las obras de la planta nuclear de Kozloduy concluiría un año después, en 1975, con la apertura del segundo reactor. En 9 años, desde 1973 hasta 1982, fueron construidos otros dos reactores, los números 3 y 4. El término definitivo de las obras de la central se produjo en 1991, cuando comenzó a funcionar el reactor número 6. En los doce años posteriores la planta nuclear estuvo funcionando a su plena capacidad. Se transformó en la instalación generadora de energía eléctrica más importante en el país y proporcionaba fluido eléctrico más barato como también significaba puestos de trabajo para los habitantes del noroeste de Bulgaria. A comienzos de los años 90 del siglo XX, se llevaron a la práctica tres programas de envergadura para modernizar los reactores números 1, 2, 3 y 4.
A consecuencia de los compromisos asumidos por Bulgaria en el período de sus negociaciones de adhesión a la UE, en la primera planta nuclear en Bulgaria y en el Sureste de Europa fue suspendida en 2007 la explotación de los cuatro primeros reactores de la central, antes de caducar el plazo de su vida útil.
Más de un tercio de la corriente eléctrica generada actualmente en Bulgaria la producen dos reactores soviéticos que forman los reactores números 5 y 6 de la central de Kozloduy. El reactor número 5 de la planta nuclear tiene autorización para funcionar hasta octubre de 2017, y el número 6, hasta el año 2021.
Ya en el momento de acometerse las obras de la planta de Kozloduy se habían previsto 3 terrenos para nuevos reactores. En 2012 fue fundada una compañía encargada de estudiar y ponderar el riesgo en la ampliación de la central de Kozloduy. En 2014, la compañía estadounidense Westinghouse suscribió un acuerdo de accionistas con la planta de Kozloduy para la construcción de un nuevo reactor. La compañía garantizaba la aplicación de las normas de seguridad más estrictas y conformes con todas las exigencias europeas, a la vez que prometía un precio más bajo de la corriente eléctrica en comparación con otras alternativas. La idea es que el reactor número 7 de la central nuclear de Kozloduy se construya con la tecnología más avanzada, empleada actualmente en la construcción de reactores en EEUU y China. Sin embargo, aún persisten en Bulgaria varias incógnitas en lo tocante a este proyecto que no deja de despertar polémicas entre los políticos y los expertos nacionales.
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: socbg.com
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