De pequeños todos tenemos sueños. Algunos se llegan a cumplir, mientras que otros permanecen confinados en la mente como gratos recuerdos de la infancia. Pero lo mejor es cuando los sueños se hacen realidad. Los niños que quieren ser astronautas ahora tienen la oportunidad de cumplir su deseo. ¿Dónde? En el Campamento Espacial (Space Camp) en Izmir, Turquía. Cada año, desde hace más de diez años, niños de 9 a 15 años aprenden a ser astronautas y a pilotar una lanzadera, utilizando simuladores reales de la NASA. Hay tres campos como éste en todo el mundo, pero los aficionados búlgaros pueden adquirir conocimientos sobre el espacio en el más cercano, el de Turquía.

El Campamento Espacial dura una semana. El objetivo de la actividad es despertar en los niños interés por la ciencia, el conocimiento y las cosas que se pueden ver en el espacio. Además todos los niños tienen la oportunidad de conocer a muchas personas de diferentes nacionalidades y culturas. Para que sea igual para todos, la formación se lleva a cabo en inglés.

El campamento base cuenta con simuladores adaptados para niños, giroscopios, áreas de entrenamiento que recrean las condiciones del espacio, baños, dormitorios y comedor. El programa incluye todas las comidas, y las actividades están divididas a lo largo del día, con el fin de no sobrecargar a los alumnos.

Uno de los participantes búlgaros, Ilia Zhdanov, de 10 años, cuenta sus impresiones sobre el campamento espacial.

"Hicimos dibujos de naves espaciales. Básicamente, hay que combinar algo actual con algo futurista. El espacio es algo inexplorado. Quien lo descubra primero puede conseguir mucho, y esto le seducirá, dice el niño. Construimos incluso cohetes funcionales que luego lanzamos. El mío se estrelló en algún lugar. No estaba mal construido pero voló demasiado lejos".

Cualquier niño búlgaro de este rango de edad puede solicitar su participación en el centro asociado del Campamento Espacial en Bulgaria: el Centro de Formación Creativa. Dado que hay un gran interés en el programa, sólo un número determinado de candidatos consiguen competir por el "vuelo al espacio". La selección se lleva a cabo mediante la redacción de un ensayo sobre el Espacio.

Marina Kamenova, coordinadora del programa "Campamento Espacial" en Bulgaria en el Centro de Formación Creativa, explica en detalle la formación y el equipo del campamento.

"Los niños aprenden diversas ciencias: química, biología, hidroponía, física. Hay 11 simuladores, que son exactamente iguales a los que utilizan los astronautas para ejercitarse. Los niños pueden experimentar lo que los astronautas sienten antes de despegar. Todo el equipo usado está controlado por profesionales capacitados. Ellos suben a los niños, y todo está equipado de modo que pueda ser utilizado por los pequeños. Hay un simulador que gira en todas direcciones para que los niños puedan experimentar lo que pasaría si la lanzadera atravesara la atmósfera y se perdiera el control sobre ella. Se les enseña cómo se las arreglan los astronautas reales. Otro simulador recrea un paseo por la Luna, incluyendo la gravedad, que es 6 veces menor que en la Tierra. Otros equipos muestran lo que pasaría si hubiera que reparar una nave. Además, hay un modelo del transbordador espacial "Discovery" con un puesto de control y con base terrestre, en el que los participantes deben cumplir de forma conjunta una misión".

En 2015 los niños han tenido la oportunidad de llevar trajes de astronauta, de probar los simuladores que usan para su entrenamiento, construir lanzaderas y cohetes y sentir la gravedad cero. Una experiencia emocionante para ellos ha sido la reunión con Michael Foreman, un astronauta americano.

Marina cuenta qué más ofrece el programa.

"El objetivo del programa es crear jóvenes líderes, así como mantener y desarrollar el interés de los niños por la ciencia. Hay muchos niños cuyo sueño es llegar a ser astronautas o astrónomos. Esta es una manera de cumplir ese sueño, porque para ellos esto es lo más cercano al Espacio. Todos salen muy contentos y quieren volver otra vez. Empiezan a preguntar si podrán trabajar ahí en el futuro".

Esta experiencia, sin embargo, no es barata, por eso se buscan nuevas formas de financiación y el apoyo de varias organizaciones que tienen interés en ayudar.

Versión en español por Marta Ros