Este último fin de semana se celebró en Sofía una de las mayores reuniones de personas con interés en el ámbito del software de código abierto, el OpenFest. Su primera edición fue en 2003 y desde entonces tiene lugar cada año. La idea del Festival es reunir en un lugar a aficionados, creadores y nuevos devotos de las artes y el software libres. De esta manera los organizadores se proponen desarrollar el libre intercambio de conocimientos y experiencias. Durante los dos días del evento miles de entusiastas sincronizaron sus relojes binarios.
Tsvetán Uzunov fue uno de los participantes en el OpenFest. Hace cuatro años accidentalmente se enteró del certamen y comenzó a compartir la pasión por la tecnología e incluso se convirtió en uno de los conferenciantes del mismo. Durante 25 años se dedicó al diseño electrónico y al hardware y al software, y en los últimos seis años hace pequeños ordenadores basados en Linux. Éstos son muy populares y estaban en la base de su presentación de este año, que fue sobre el tema “Construye solo tu propio ordenador portátil”.
La idea de este ordenador transportable se me ocurrió espontáneamente –cuenta cómo fue concebida esta idea Tsvetán– . Un año atrás, haciendo la limpieza de mi oficina encontré en un rincón nueve viejos portátiles. Me pregunté sobre la razón por la que estaban allí. Resultó que los procesadores de dos de ellos eran bastante débiles, uno tenía pantalla rota y el resto, pequeños defectos mecánicos. Seguro que cuando quise arreglarlos no había alguna pieza de repuesto, o habría sido bastante caro. Entonces me planteé si esto no se podía cambiar. Hice una lista con todas las características que quisiera que tuviese mi portátil. En primer lugar, que sea ligero, que la batería dure todo el día, y también que mantenga sin problemas la última versión del software que uso. Además, como aficionado a las tecnologías abiertas, quería que este portátil tuviera código abierto.
A cada persona que se haya enfrentado a cualquiera de estos problemas en la oficina o en casa le gustaría que el equipo con que trabaja se adapte a sus necesidades. Pero, ¿cómo exactamente el código abierto ayuda a los usuarios?
“Queremos ofrecer este portátil como un kit; así cualquiera podría montarlo solo y sabría cómo funciona cada pieza del equipo –explica Tzvetán– . De este modo los usuarios serían capaces de repararlo ellos mismos. Si alguno de los elementos se estropea o caduca, se le reemplaza sólo a él y no a toda la máquina. En la práctica, el ordenador portátil se vuelve eterno. La idea es que sea modular y que se use con fines didácticos.
Las tecnologías ya están presentes en gran parte de la vida humana y tal vez el futuro esté orientado en este sentido. Por eso, cuanto más pronto los niños se familiaricen con ellas, más fácil les sería entender cómo funcionan. ¿Ayudaría al desarrollo del conocimiento tecnológico de los alumnos si en las clases de Informática se les enseñe cómo ensamblar y programar un ordenador?
Es una manera de hacer ver a los niños que en esto no hay nada complicado –dice Tzvetán– . Para ellos ahora el ordenador es una caja negra con botones y una pantalla. No piensan en lo que sucede en esta caja o temen mirar adentro porque la garantía se perderá. En el caso del portátil de código abierto estos obstáculos no existen.
Las principales ventajas del hardware y del software abierto son que se puede aprender del código de los demás, cada uno puede adaptar su equipo a sus propias necesidades y, no en último lugar, cuando todos tienen acceso al código, sería mucho más fácil detectar y corregir los errores en éste.
Versión en español por Daniela Radíchkova
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