En los albores del entusiasmo navideño y las maravillas de diciembre ha tenido lugar la presentación del libro “203 retos para viajeros” de María Anguelova. Se trata de la continuación de los libros “50 lugares para visitar en Bulgaria” de 2015 y 2016. En esta ocasión el equipo de autores, dirigidos por María, ha diversificado y enfoca la idea de viajar de forma muy peculiar, creando una guía que plantea verdaderos desafíos a los viajeros y les propone diversas formas de hacer su viaje más interesante, emocionante y memorable. Quieren demostrar que todo el mundo puede lograr cosas que no pensaba que podría hacer. María Anguelova nos da el consejo más importante para un joven viajero.

Los desafíos del libro se dividen en dos partes. Los avanzados son muy extremos y locos, hasta el punto de que se tiene un pie al otro lado de la barrera de normalidad. Los viajeros principiantes deben aprender primero a sumergirse en la atmósfera del lugar. Cuando uno se enfrenta por primera vez a cosas nuevas, siempre debe tomar precauciones. Esto sucede cuando conocemos lugareños o comida y bebida de la región. Nosotros proponemos muchas formas de hacer amigos, algunas de ellas inspiradas en historias reales. Lo mejor de este libro es que para escribirlo hemos invertido una gran parte de nuestra experiencia personal.

Antes de leer el libro debemos hacer un test, creado especialmente por la psicóloga Ilina Nacheva, que determina qué tipo de viajero somos. En 10 preguntas podemos descubrir cuáles son nuestros puntos fuertes, para poder utilizarlos y hacer frente a los retos que encajen con nuestra personalidad. El test es un buen comienzo antes de empezar el libro. Sabemos que uno se siente más auténtico cuando viaja.

¿El libro nos ayudará a encontrarnos a nosotros mismos?

No es casual que bajo el título del libro esté la frase “Viaja por el mundo y dentro de ti”. Pensamos que cuando uno se reta a descubrir cosas nuevas, esto le cambia. Cada viaje nos puede cambiar si lo deseamos. ¿Cómo? Uno de nuestros desafíos es volver atrás hacia nuestras raíces, buscar el origen de nuestra familia, visitar los lugares donde vivieron nuestros abuelos y rastrear nuestro árbol genealógico.

¿Cuál es el lugar más interesante y más bonito en el que hemos estado? Cada uno de nosotros tiene su rincón favorito. Esta pregunta, sin embargo, requiere mucho esfuerzo en gente como María, puesto que sus viajes son interminables.

Es complicado elegir un solo lugar, pero puedo dar un ejemplo de mi último gran viaje a Brasil. Ahí visité las cataratas de Iguazú y me sentí como una hormiga ante las enormes masas de agua que caen del río. Y concretamente de Bulgaria escogería la región de Madzharovo, el río Arda con los buitres planeando sobre él. Es un lugar que siempre me llena.

​Como conclusión María nos desafía a que en nuestro próximo viaje hagamos algo que no hayamos hecho hasta ahora.

Versión en español por Marta Ros