La Nochebuena es la fiesta búlgara de la humildad, la gratitud y la esperanza. A pesar de que no todos ayunan durante el periodo establecido por la iglesia, las familias se reúnen alrededor de la mesa tradicional. En Nochebuena están con sus familiares incluso las personas que no se identifican en absoluto con la tradición cristiana de abstenerse durante 40 días de determinados platos y bebidas, de actos y pensamientos incorrectos. Para varias generaciones de búlgaros que crecieron entre los años 40 y 80 del siglo pasado la fiesta era desconocida o se celebraba en medio de un círculo familiar muy cerrado. En los últimos decenios muchos búlgaros retomaron la celebración de las fiestas navideñas. No será exagerado decir que en cada escuela, casa de cultura y museo se hacen reconstrucciones de las costumbres. No podemos contarles en detalle de todos estos acontecimientos pero les ofrecemos canciones antiguas que conservan el espíritu de los ritos acerca de la preparación de la fiesta.

El cristianismo se convirtió en religión oficial en Bulgaria en el siglo IX y desde entonces el calendario folclórico y el ortodoxo encontraron puntos comunes. Esto se refiere sobre todo a las grandes fiestas. Las imágenes de los santos cristianos aparecieron en las canciones populares, así como la imagen del pequeño Jesucristo. Les ofrecemos una antigua canción del repertorio de las hermanas Biserov que cuenta de la Virgen María que se sentó a la sombra de un árbol con Jesucristo en los brazos esperando la llegada de los santos para que lo bautizaran.

Lo que acatamos al preparar la mesa para la Nochebuena no es solamente que los platos sean sin grasa, sino su número: deben ser al menos siete y siempre un número impar. Los alimentos obligatorios son las alubias cocidas, el trigo hervido, el plato sarma, de hojas de parra o de col, cebolla, ajo, miel, frutas, vino, aguardiente. Se cree que los símbolos preparados de masa traen abundancia y bienestar. Otrora ordenaban los platos rituales en el suelo, sobre paja cubierta de un mantel nuevo. La mesa no se recogía, ya que según las creencias populares por la noche comerían de ella las almas de los difuntos de la familia. Tampoco tenía que apagarse el fuego de la chimenea.

A principios del mes de diciembre, los ritos vinculados con la Navidad y la Nochebuena fueron presentados en la Biblioteca Regional de Blagoevgrad por niños de 10 a 11 años. Son tradicionales las reconstrucciones organizadas en el Museo Regional de la ciudad de Targovishte llamadas “Cerca del hogar en Nochebuena”. El taller infantil Costumbres y Folclore, de la ciudad de Pleven, reúne a los aficionados jóvenes de las tradiciones mediante la fiesta Koledar, de la cual los niños aprenden detalles acerca de la mesa de Nochebuena y pueden participar en juegos temáticos y diversiones. En Plovdiv, la ciudad que será capital europea de la cultura en 2019, junto con la presentación de las costumbres búlgaras se podrá ver una demostración titulada el Pesebre del niño Jesús, con la participación de los alumnos del Colegio Nacional de Artes Escénicas. Desde luego, la más auténtica sede donde las tradiciones cobran vida nueva son las aldeas búlgaras, incluidas las más cercanas a la capital como Bistritsa, Vladaya, Geran y Lozen. Es de Lozen la canción que les ofrecemos seguidamente. Cantan Snezhana Borisova y el grupo folclórico de las mujeres de Lozen.

Versión en español por Hristina Taseva
Fotos: Archivo