El 18 de julio conmemoramos el 180 aniversario del natalicio de Vasil Levski. El Apóstol de la libertad de Bulgaria −como dieron en llamarlo ya en vida sus correligionarios− estructuró una red de comités revolucionarios y consiguió despertar las ansias de libertad en el pueblo búlgaro, tras cinco siglos de yugo otomano. Hoy en día el nombre de Levski es sinónimo de abnegación, honradez, espíritu combativo y fe en el derecho de todo ser humano a vivir en libertad y con dignidad.

“Siguiendo los pasos de Levski” fue la idea con la que Vasil Kopchev, profesor de historia de Pleven, iniciaba hace 23 años su marcha desde el monasterio de Troyan para recorrer los lugares hasta las localidades de Sopot y Karlovo, asociados a la actividad del Apóstol. Actualmente se han sumado al desafío de recorrer la cresta de la porción central de la Cordillera de los Balcanes unos 300 entusiastas, divididos en siete rayos.

Trabajamos básicamente con estudiantes de escuelas de la ciudad de Pleven, dice la doctora Galya Tsvetkova, organizadora desde hace dos años de la Marcha Nacional.


El terreno que hay que atravesar por la cresta de la porción central de la cordillera es muy accidentado, los resguardos de montaña tienen capacidad de alojamiento limitada y por ello formamos grupos de a 30 a 40 personas, entre estudiantes, guías de montaña, profesores y médicos. La doctora Tsvetkova agrega que la preparación para la caminata comprende formación en técnicas de montañismo, visitas a sitios y museos de historia, información sobre la vida de Levski y sus correligionarios de la región de Pleven. Fue oriundo justamente de Pleven, Danail Popov, llamado “mano derecha del Apóstol”. En estos 23 años los estudiantes con los que trabajamos al comienzo ya se volvieron mayores de edad y ahora a la marcha se incorporan asimismo sus hijos. Este año participan 15 chiquillos de 1 a 7 años de edad.

Todos los participantes en la marcha se incorporarán a los festejos que el municipio de Kárlovo ha organizado con motivo del aniversario 180 del nacimiento de Vasil Levski. La más emocionante es la velada en la que por tradición los jóvenes se unen para divertirse cantando canciones tradicionales patrióticas y bailando danzas típicas joró.

En su abnegada labor con vistas a organizar el movimiento revolucionario de liberación del país, Vasil Levski recorrió varias veces Bulgaria haciendo alto en los pequeños pueblos y monasterios en que era menor la probabilidad de que le descubrieran los policías turcos. Precisamente por esta razón en casi todos los núcleos poblacionales de Bulgaria se guardan leyendas relacionadas con el Apóstol.


Un pueblo de estas características es la aldea de Golyam Izvor, en la comarca de Teteven, en la que estos días bautizaron la zona peatonal delante de la Casa de Lectura local con el nombre de Vasil Levski y en la cual, en una casa museo especial, se guardan reliquias relacionadas con la vida y obra de Levski. Esto no es nada casual, ya que justo en esa aldea, en el otoño de 1872 Levski abriría el primer Comité Revolucionario Provincial en Bulgaria.

La vida en nuestra localidad transcurre al ritmo normal para Bulgaria pero cuando se habla de Levski algo en el aire va cambiando. Las personas comienzan a comentar, reflexionar y evocar cosas como si hubieran sido ellas mismas, antes que sus antepasados, las que habrían tenido trato personal con Levski, dice Ilyan Marinov, alcalde de la aldea de Golyam Izvor. Se siente especialmente orgulloso de que en su aldea se haya conservado el antiguo mesón en el que se creara el primer Comité Revolucionario Provincial en Bulgaria, actualmente Casa Museo “Vasil Levski”.

El edificio es auténtico, no había sido incendiado ni arrasado, y así cualquiera que toque la viga del dintel de la puerta de entrada podrá tener seguridad de que roza algo que había tocado también el Apóstol de la Libertad. Se ha conservado asimismo la viaja forja en la que se elaboraban instrumentos y enseres pero también se fundían balas y armas indispensables para la lucha de liberación.


También se conserva la cuba para vino en la que Levski se escondía cuando se producían registros repentinos. Existe una leyenda y es que el mesonero colocaba en la cuba un odre grande lleno de vino. Cuando entraban los soldados turcos, el mesonero comenzaba a trasegar vino del odre para agasajarlos. A nadie se le ocurría destapar la cuba y así Vasil Levski quedaba escondido.

Se acerca la hora en que el búlgaro ya no será esclavo, sino persona libre, escribió Vasil Levski en el lejano año 1872 en una carta que dirigía al primer Comité Revolucionario Provincial, fundado por él en la aldea de Golyam Izvor. Algunos meses después el Apóstol fue capturado y en un frío día invernal, de febrero de 1873 fue llevado al pie de su Gólgota: la horca, montada en proximidad al lugar en que hoy se erige en Sofía el monumento a Vasil Levski. Aparentemente sereno Levski recibió la última comunión con las palabras: Todo cuanto hice, lo hice por la Patria.

El pueblo búlgaro logró su libertad en 1978 y el legado del Apóstol clamando por una república acendrada y sagrada sigue formando parte del ideal nacional y de las ansias de los búlgaros patriotas.

Versión en español por Mijail Mijailov
Las fotos de Golyam Izvor son cortesía del alcalde Ilyan Marinov