La tala de los bosques representa un problema grave que no deja de preocupar por igual a la sociedad, los ecologistas, los silvicultores e instituciones del Estado. Según datos de organizaciones ecologistas, casi un 1 % de los bosques  está siendo desmontado, y los ingresos por concepto de extracción de madera ascienden a unos 50 millones de euros al año. La tala ilegal se produce a veces también por la pasividad de instituciones del Estado, cuyos representantes suelen hacer la vista gorda, o bien, por relaciones políticas, o bien, por interés privado.

Atajar este atentado contra la naturaleza reclama dar publicidad y fomentar la actividad cívica en esta esfera, opinan convencidos los ecologistas. Una herramienta en este sentido es la plataforma electrónica GIS, diseñada por integrantes de la filial búlgara del Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF. Alexander Dunchev, experto de esta filial aporta detalles diciendo:

No hay manera de combatir la tala ilegal con sólo enviar avisos y denuncias a los órganos de control. Por esta razón, hace unos 3 años creamos la plataforma GIS capaz de permitirle a cada ciudadano a orientarse y denunciar tala ilegal en el bosque al ver algo dudoso.

La plataforma está siendo utilizada por unas 200 a 300 personas diariamente y ofrece información sobre las características del bosque, la extensión de la parcela respectiva y también informa si para la misma hay emitidas licencias para talar árboles en ella. Además de en Bulgaria, tales mapas interactivos se han creado en Rumanía y Ucrania, países en los cuales el problema relacionado con la tala de los bosques es igualmente grave.

Cada mes los ecologistas búlgaros reciben de 4 a 5 denuncias de tala ilegal pero sólo consiguen atender una, por ser ellos de un número reducido. Esperan que los medios informativos hablen más extensamente de los problemas que afectan a los bosques y que así la gente llegue a conocer que, aunque de manera difícil, algunos de estos problemas encuentran solución.

En estos años de mejoras en la legislación forestal hemos estado buscando soluciones conjuntas con la Agencia para los Bosques, de manera que se puedan limitar las posibilidades de abusos. Han sido tales soluciones las instalaciones de  localizadores de GPS en los camiones y la video vigilancia en los talleres, el empleo de laminitas con código de barras puestas en los troncos más gruesos en los camiones, el uso de pasajes electrónicos para la transportación y la colocación de  letreros informativos en los desmontes, dice Alexander Dunchev.

Por su parte Dimitar Batalov, jefe de la Dirección de Protección de los Bosques, de la Agencia Ejecutiva para los Bosques, insiste en cambios en el Código Penal y en la Ley sobre las Infracciones Administrativas y las Sanciones, en lo tocante al control con respecto a los transgresores que talan los bosques. Dice que las actas de infracciones levantadas en 2016 suman más de 16800 pero que sólo se ha pagado un 15 % de las multas impuestas. Según la Ley sobre  las Infracciones Administrativas y las Sanciones, si el infractor es una persona desempleada o socialmente vulnerable, los funcionarios la dirección pueden levantar el acta respectiva pero no pueden cobrar la multa, ya que las posesiones del infractor no bastan para cubrir su monto. Por esta razón desde la Dirección de Protección de los Bosques sugieren incorporar a la ley la obligación de que el infractor respectivo haga trabajos de utilidad pública. Según la estadística que lleva la Agencia Ejecutiva para los  Bosques, los infractores reincidentes en Bulgaria suman más de mil.

Los expertos se van fijando también en otro problema grave –los incendios forestales– y tratan de encontrar posibilidades para evitarlos. La causa fundamental por estos siniestros forestales reside en la desidia y negligencia humanas. Los  bosques dañados por un incendio no logran recuperarse y por esto aparece la necesidad de reforestar los terrenos siniestrados. Si el respectivo macizo forestal no ha sido pasto de las llamas en su totalidad, se apuesta por su regeneración natural. Según los ecologistas, es ésta la variante mejor y más resistente. Según datos del Ministerio de Agricultura, en 2016 fueron afectadas por incendios forestales 4944 hectáreas de áreas boscosas. El precio medio por la regeneración de una hectárea varía de 4 mil a 5 mil euros.

La destrucción de los bosques provoca un aumento del efecto invernadero, las emisiones de gases nocivos no son  transformadas por medio de la fotosíntesis y el nivel del oxígeno en la atmósfera baja amenazadoramente. Sin oxígeno la vida sería imposible e importa mucho tomar conciencia de ello antes de que sea demasiado tarde.

Versión en español por Mijail Mijailov