La representación de la Comisión Europea en Bulgaria fue anfitriona de un debate sobre los desafíos a los que se enfrentará este país al asumir, el 1 de enero de 2018, la Presidencia del Consejo de la UE. El debate fue organizado por el Movimiento Europeo y la Unión de Federalistas Europeos.

La nueva temporada política europea no será fácil ni predecible. Los problemas que esperan su solución efectiva son muchos, y Bulgaria tiene que desempeñar el difícil papel de mediador para colaborar a realizarlos.

En el foro participaron los eurodiputados Andrey Kovachev, por el partido GERB, y Pétar Kurumbashev, por el Partido Socialista Búlgaro. Un mensaje en video ha enviado Svetoslav Malinov, miembro del Grupo del Partido Popular Europeo por Demócratas por una Bulgaria Fuerte. En el mensaje Malinov ha resaltado el éxito logrado por la UE al resolver una crisis que ponía en juego su unidad y su futuro:

Me gustaría mencionar algo de lo que ya nadie habla: que la UE ha logrado aliviar la crisis con los refugiados y los migrantes. Un año y medio atrás cada intervención comenzaba con este tema. El acuerdo con Turquía sobre los refugiados funciona; atacarlo cuando se estaba pactando fue una postura irresponsable. El acuerdo fue bueno para Bulgaria y fue uno de los instrumentos principales de la política europea que resultó ser exitoso. En los últimos meses, los políticos europeos preparan acuerdos con países del norte de África con el objetivo de prevenir futuras oleadas de refugiados y migrantes, y también la presión sobre la UE.

Con respecto a las negociaciones para el Brexit, que en los próximos meses se desarrollarán bajo su sombra, Malinov ha expresado su esperanza de que algunas de las decisiones más difíciles se tomen hasta finales del año en curso. De esta manera Bulgaria tendría el tiempo y la oportunidad de tratar de cumplir algunos de sus objetivos durante su presidencia rotatoria del Consejo de la UE.

Uno de los temas de mayor interés ha sido una vez más la prioridad de los Balkanes Occidentales. Según Andrey Kovachev, no se deberían depositar expectativas excesivas en el hecho de que Bulgaria se convertiría en vocero en la UE de sus vecinos occidentales. Bulgaria no puede comprometerse con una fecha concreta sobre su acceso a la familia europea. Lo que sí puede hacer es iniciar debates y buscar un consenso sobre el tema con los demás países miembros. Una reunión en este sentido tendrá lugar en mayo.

Andrey Kovachev ha agregado que para los países de los Balkanes Occidentales es muy importante que los ciudadanos europeos no sean divididos en personas de primera y segunda categoría, y tampoco que la UE sea dividida en centro y periferia. La política exterior y la política de seguridad permitirían por su parte a los ciudadanos ser más seguros tanto en lo físico como en lo social.

Kovachev ha llamado la atención también sobre otro tema importante: del nivel del euroescepticismo en la propia UE. Según el diputado, en el espacio público búlgaro sigue flotando una falta de confianza en la UE. La pregunta de por qué Bulgaria necesita ser miembro de la Unión sigue oponiendo a la gente una a otra, cuando un tal debate es estéril. La gente común cree que la UE nos dicta cómo vivir y qué reglas observar. Este es un prejuicio instigado y alimentado por organizaciones antieuropeas que, pese al relativamente alto grado de optimismo en Bulgaria en términos de afiliación a la UE, han logrado sugerir que este país sólo sufre efectos negativos de la misma.

Pétar Kurumbashev ha informado de que en noviembre se organizará una reunión entre eurodiputados búlgaros y rumanos sobre el tema de Schengen. En la reunión será aprobada una declaración conjunta, que incluirá también a Croacia, sobre el acceso a Schengen. Se discutirán asimismo problemas relacionados con el desplazamiento de trabajadores entre diferentes países del ámbito comunitario.

Versión en español por Daniela Radíchkova