Las tentaciones culinarias, el modo de vida y cultura cercanas, la hospitalidad y el trato espontáneo de los anfitriones son aquellas cualidades que descubren cada vez más los búlgaros que viajan a Serbia. Al mismo tiempo, los turistas serbios son huéspedes deseados en la costa del Mar Negro y en los grandes centros de esquí. Pero el turismo en Serbia no es sólo gastronomía y hospitalidad, tampoco unas vacaciones de verano en la costa del mar o las diversiones de invierno en las montañas son las únicas oportunidades de hacer turismo en Bulgaria. Por eso, el principal objetivo de la política en materia de turismo es asegurar un interés durante todo el año hacia las ofertas turísticas. Existen premisas para ello y las condiciones son las más favorables desde hace años. Bulgaria es miembro de la Unión Europea y Serbia se está encaminando firmemente a la Unión. La zona ha podido calmarse de las sacudidas de los años 90 del siglo pasado y ya no es el punto más turbulento e inseguro en el Viejo Continente.

Por eso, Serbia y Bulgaria tienen la oportunidad exclusiva de llegar a un acuerdo de mutuo interés. En el sector del turismo se espera un importante paso a dar en primavera con la firma de un memorando de cooperación. En la reunión de los ministros europeos de Turismo celebrada en Sofía a mediados de febrero, la titular de Turismo de Bulgaria, Nikolina Anguelkova, anunció que Bulgaria y Serbia tienen deseos de ser socios en rutas turísticas conjuntas destinadas a mercados más lejanos. Para marcar el interés que muestra Serbia en Sofía estuvo la viceministra serbia de Comercio, Turismo y Telecomunicaciones, Reneta Pindzo. Junto con sus colegas búlgaros, ella inauguró la bolsa turística más grande en Bulgaria –“Vacaciones y SPA Expo” –, la que por primera vez, a lo largo de su historia de 35 años, contó con un socio y este era Serbia. Bulgaria devolverá el gesto el próximo año en la expo turística de Belgrado, Beogradski sajam turizma. Según Reneta Pindzo, nuestras relaciones de buena vecindad repercuten también de forma favorable en las relaciones turísticas.

Lo que caracteriza las relaciones entre Serbia y Bulgaria es la cooperación bilateral muy exitosa en todos los sectores y sobre todo en el del turismo –dice Reneta Pindzo–. En Sofía hemos examinado el texto del memorando de entendimiento y el del foro de negocios de agencias turísticas búlgaras y serbias, hosteleros y alcaldes de provincias. Queremos unir nuestros esfuerzos para elaborar un producto turístico destinado al mercado chino. Serbia es el único país en Europa que ha suprimido los visados para ciudadanos chinos y disponemos de vuelos directos a Pekín. Por otra parte, Bulgaria aún no pertenece a la zona de Schengen y puede expedir visas a los ciudadanos chinos. Hay también otros proyectos que podemos hacer en el marco de los programas europeos de cooperación transfronteriza. Uno de ellos concierne el turismo culinario y la ruta del vino, el otro, –el patrimonio cultural de la época del Imperio Romano–. Enfocaremos nuestra atención en la certificación de los monumentos culturales ortodoxos. Después de que recibamos el certificado europeo podremos ofrecer este producto conjunto a terceros países.

Además de los futuros proyectos conjuntos entre Serbia y Bulgaria en lo que se refiere a turismo, los dos países siguen intercambiando sus ofertas turísticas. Bulgaria ha concluido exitosamente su participación en la Bolsa Turística de Belgrado que terminó el 25 de febrero y Serbia ofrecerá oportunidades turísticas a Bulgaria otras tantas veces para este año – dice Maria Labovic, directora ejecutiva de la Organización turística en Serbia.

Esperamos mucho del mercado búlgaro. Por eso es que este año hemos sido un país socio de la bolsa en Sofía y nos sentimos orgullosos de ello. Con el fin de popularizar nuestro producto turístico estamos organizando visitas a Serbia de periodistas y representantes de agencias turísticas de Bulgaria. Organizaremos también algunos eventos en Bulgaria. El año pasado hicimos unas jornadas de Serbia. Ahora tenemos los mismos planes porque, además de los contactos más estrechos que mantenemos en el sector turístico, quisiéramos llegar al consumidor final de los servicios turísticos.

Las estadísticas indican que en los últimos 10 años, el número de turistas búlgaros que van a Serbia ha crecido tres veces. Según datos oficiales del Instituto Estadístico Republicano de Serbia, en 2017 el país fue visitado por 91 233 turistas búlgaros con 148 000 pernoctaciones. Por otro lado, los turistas serbios son unos de los más numerosos que por tradición visitan Bulgaria. Su número, el año pasado, registró un incremento del 5 %, en comparación con 2016 y supera la cifra 394 000 personas.

Versión en español por Ludmila Sávova