Una vez más, los estudiantes y sus maestros de la Escuela Nacional de Artes Folklóricas de la ciudad de Kótel, en el este de Bulgaria, han defendido su alta profesionalidad en un foro internacional en Turquía, un merecido testimonio de reconocimiento para la primera escuela en su género en Bulgaria y los Balkanes con más de medio siglo de historia. María Grádeshlieva, directora del colegio, habla con orgullo del éxito de sus discípulos:

Hace unos días, un grupo representativo de veinte danzarines y ocho músicos de nuestra escuela participaron en la séptima edición del Festival Internacional y Concurso Altın Mobilya, que se celebró en la ciudad turca de Inegol. Un jurado internacional de representantes de diez países nos otorgó el mayor premio del Festival. Es la tercera vez que conquistamos los escenarios turcos: en 2016, la orquesta y el coro de la escuela se alzaron con el Gran Premio de un concurso en Estambul, y en 2018 nuestros alumnos ganaron el Premio Altin Karagöz del homónimo festival internacional de Bursa. Este año, en el concurso en Inegol, después de nosotros se clasificaron los conjuntos de Georgia y Ucrania, que también se presentaron muy bien. El premio es un alto reconocimiento asimismo para nuestros coreógrafos: Doncho Kisyov, Konstantín Konstantinov y Miroslav Vasilev, quienes prepararon a la agrupación. Tódor Petrov, el director de la orquesta, se aseguró de la buena calidad de la música, porque cuando se toca en vivo, la atmósfera del espectáculo es diferente. Yanka Dócheva, nuestra gerente, fue miembro del jurado internacional. En festivales como este se crean muchas amistades, surgen ideas profesionales. Con un grupo macedonio planeamos organizar un taller de danza en intercambio, algo que no habíamos hecho nunca. Quisiera agradecer a la Asociación de Emigrados Búlgaros de Inegol, que han estado con nosotros todo el tiempo y nos han apoyado en todo momento. Con ellos también hemos hecho planes para desarrollar proyectos creativos en conjunto. Este éxito es común.

La Escuela de Artes Folklóricas de Kótel organiza cada año los concursos nacionales Arco Iris de Canciones sobre Kutev (para música tradicional búlgara) y Cachava de Oro (para danzas folklóricas). María Grádeshlieva explica la forma en que van a variar y enriquecer sus programas:

Nos proponemos transformar la competición de danza folklórica en un festival internacional. De momento, nos han enviado solicitudes de participación grupos de Serbia y Turquía. La otra novedad es que hemos ganado un gran proyecto, que ya está en marcha: estamos renovando el edificio de la escuela y hemos empezado la construcción de un salón polideportivo. El ministro de Cultura, Boíl Banov, asistió al acto de la primera palada. Durante mi reunión con él, le hablé de la idea de admitir a nuestra escuela a niños de los países balkánicos. La acogió con satisfacción y prometió cooperar. Más tarde, el alcalde de Kótel se ha referido a este tema ante el primer ministro, Boyko Borisov, quien también se ha comprometido a ayudar. De modo que, pronto nos felicitaremos por la primera Escuela Balkánica de Folklore en Kótel. Espero que mi sueño de tanto tiempo se haga realidad si no este año, el que viene. Nuestro folklore se entrelaza con el de nuestros países vecinos en las canciones, en las danzas y en el ritmo. En cuanto a nuestra agenda más inmediata: vamos a inaugurar la quinta edición del Concurso Folklórico Perla de Primorsko en la ciudad de Primorsko. El 6 de septiembre ofreceremos un concierto en el teatro municipal. Nuestra gerente, Yanka Dócheva, está trabajando en un proyecto para actuar en Japón en 2020. Probablemente también tendremos el placer de participar en un festival internacional en Italia. En los últimos tiempos hemos ido ganando concursos internacionales, y podemos afirmar con confianza que la formación que proporciona nuestra escuela está a un nivel profesional muy alto.

Versión en español por Daniela Radíchkova