La disposición del Ejecutivo que obliga a las cadenas comerciales ofrecer producción de productores locales va en contra de la legislación búlgara y europea, creando premisa para la corrupción. Además, es ineficiente. Es la opinión compartida de cuatro cadenas minoristas internacionales y tres búlgaras que tienen supermercados en el país. En su posición, dicen que la medida no aumentará la oferta de productos búlgaros, y que el Estado redistribuye el mercado, favoreciendo a unos productores a expensas de otros. Señalan como un ejemplo la leche búlgara, que sólo satisface al 10% de la demanda del mercado; así, muchos productores presentarán la materia prima importada como leche búlgara.