Hace unos cuantos años, aparecía en el podio búlgaro del jazz un saxofonista remarcable, un joven español quien se granjeó de inmediato la admiración del público por su talento que le permitía ”incursionar” rápidamente en diferentes proyectos sin perder por ello su presencia musical original. En la actualidad actúa al lado de los intérpretes de jazz búlgaros más renombrados, y en las pasadas dos temporadas forma parte de la Big Band de Radio Nacional de Bulgaria.

Lo que más me gusta son las fuentes termales dispersas en todo el país; las hay incluso en el centro y los alrededores de Sofía”, dice Arnau.

Nació en las inmediaciones de Barcelona y se ha dedicado a la música desde niño. Solía tocar varios instrumentos, pero lo único que acabó impresionándole fue el timbre del saxofón. Después de numerosas súplicas que hacía a sus progenitores, éstos acabaron cediendo y a los 16 años de edad Arnau ya consiguió su propio saxofón. A los 24 se fue a Holanda, donde estudió su licenciatura en el conservatorio de La Haya. Después hizo un máster en el conservatorio de Rotterdam. Tras un largo viaje por Asia conoció a su mujer, que es búlgara, y decidieron trasladarse a Sofía.