A causa de la implementación de pruebas PCR obligatorias para quienes entran en Turquía a partir de las 23:00 horas del 29 de diciembre, en los últimos días en el puesto de control de fronteras de Capitán Andréevo se han ido formando colas de personas que viajan a Edirne.

Los búlgaros viajan en masa a Turquía para hacer compras y utilizan las últimas horas para ingresar al país sin someterse a una prueba PCR. El vecino país del sur es un destino favorito de los búlgaros para ir de compra, y el abaratamiento de la lira turca es un estímulo adicional. El pico en el puesto fronterizo se ha producido el domingo 28 de diciembre, cuando 18.000 viajeros en unos 8.000 vehículos cruzaron la frontera rumbo a Turquía, ha informado Televisión Nacional de Bulgaria.