Las elecciones parlamentarias en Bulgaria se divisan en el horizonte. Con el comienzo del año 2021 se va iniciando un dinamismo tangible en las estructuras políticas. El jefe de Estado, Rumen Radev, a quien incumbe convocar por decreto la fecha de celebración de los comicios parlamentarios ha iniciado una serie de consultas con vistas a unas elecciones justas, transparentes y seguras para la salud de los ciudadanos.

El partido Movimiento por Derechos y Libertades, que en el terreno político nacional tiene fama de peculiar eje de equilibrio, ha comenzado el año anunciando la composición de su oficina operativa, que se encargará de los preparativos para la campaña electoral. El Consejo Central de este partido ha adoptado asimismo una declaración política en la que se expresa que las elecciones este año serán sendas pruebas para todos los partidos políticos y sus militantes y simpatizantes: ”Mientras los gobernantes sigan siendo parte de las crisis antes que de las soluciones, Bulgaria continuará rezagándose en su desarrollo frente al resto de países europeos y le irá resultando cada vez más arduo encontrar un puesto digno en la región y en Europa”.

Ha exhortado a que se ponga “fin al gobierno de la junta ”y se proceda a la ”refundación del estado social” el oligarca Vasil Bozhkov, prófugo en Dubái, quien anunció online la  constitución del partido político Verano Búlgaro.

En evidente contraste con las acusaciones de fallar en la gestión de la pandemia y de la crisis por ésta ha acarreado, los gobernantes del partido GERB comienzan el nuevo año con ánimos en alto y seguridad en sí mismos. El primer ministro en persona ,Boyko Borisov, ha manifestado que dentro de algunos meses ”resultará que Bulgaria habrá sido el país que más acertadamente haya gestionado sus finanzas, la economía y las medidas sanitarias en la crisis”.

“El coronavirus será el tabernero principal para las cuentas de todos”, ha señalado a Radio Nacional de Bulgaria el sociólogo Parván Simeonov, comentando el presente año de elecciones en Bulgaria. Opina que será importante la táctica post electoral de quienes participen en las elecciones parlamentarias y ha esbozado dos variantes: todos contra el partido GERB o un partido GERB renacido:

“La primera variante, la de todos contra GERB, significa untar lo imposible de juntar en forma de un gabinete de expertos o programático, que haga algún trabajo negro -quizás de un mandato limitado- y luego colocar serenamente al país en un carril nuevo. GERB ha alzado la cabeza, al igual que los Patriotas Unidos, coalición en la que el partido VMRO se mantiene  sumamente activo, básicamente por los problemas con Macedonia del Norte.

También está alzando la cabeza el Movimiento por Derechos y Libertades. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, está cortejando a este movimiento, lo cual significa que renuncia a  los intentos por escindirlo. ¿Se estará, acaso, abriendo un nuevo margen de maniobrar para el partido GERB? Surge a estas alturas la otra interrogante de peso, o sea de si cambiará GERB y si cambiará asimismo el Movimiento por Derechos y Libertades. Si esto acabe siendo posible, habrá otra  interrogante de peso en el bando de la derecha urbana: de si ésta aceptaría a un partido GERB de rostro más occidental, o sea, de si se coaligará o no con los actuales gobernantes”.

A juicio de Parván Simeonov, en el período anterior a las protestas y la crisis por el coronavirus, Boyko Borisov habría considerado su actual mandato como el último que tuviera de primer ministro. ”2020 fue el año que Borisov se imaginaba como un beneficio histórico pero lo que ocurrió fue completamente contrario a aquellas expectativas. Son precisamente las protestas y la crisis por el coronavirus los factores por los que Borisov se siente exacerbado para pretender un mandado más de gobernar. Es que él  se empeña en quedar en la historia por el bien que haya hecho, y es que 2020 ha sido un año que no le proporcionó semejante oportunidad”, estima el analista.

A fecha de hoy un sondeo demoscópico de la agencia sociológica Exacta ha puesto sobre el tapete cuatro fuerzas políticas que, a ciencia cierta, accederán a la próxima Legislatura: GERB, el Partido Socialista Búlgaro (BSP, por sus siglas en búlgaro), Hay tal Nación y el Movimiento por Derechos y Libertades, en tanto que Bulgaria Democrática y los Patriotas Unidos cuentan con la posibilidad, eventual, de superar la barrera del 4%. Los pronósticos políticos, empero, son  difíciles de aventurar y, al parecer, la única cosa segura es que el próximo Gobierno de Bulgaria será de coalición.

“En estos momentos la coalición que pueda triunfar en las elecciones parlamentarias de esta primavera aparece sin contornos fijos, ya que cada cual puede coaligarse con cualquiera e incluso, el actual partido opositor BSP puede aunarse con GERB”, comenta a Radio Nacional de Bulgaria el analista Valentín Vatsev. Por otra parte, la coalición de quienquiera con quienquiera se antoja extremadamente falta de atractivo. La explicación reside en que en Bulgaria no existen mayorías  éticas, políticas ni ideológicas y esto forma la debilidad profunda de la elite política para llegar a consenso en torno a asuntos esenciales. Hay consenso en que el partido de Boyko Borisov debe ser destituido del poder pero este consenso carece de carácter constructivo, es negativista , no se basa en ninguna cosa que se pueda  desplegar en el futuro. Por esto, a esta etapa ninguna armazón política, previamente estructurada, parece viable”.

Adaptado por Elena Karkalánova a base de entrevistas para el programa Jorizont de Radio Nacional de Bulgaria

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: BGNES, Ani Petrova