Hoy se cumplen 4 años desde la toma de posesión de cargo del presidente, Rumen Radev, y la vicepresidenta, Iliyana Yotova. En los últimos 12 meses el jefe de Estado iba insistiendo en que cambiase el estilo de gobierno del país, retiró su confianza del Gobierno, algunos meses después apoyó las protestas antigubernamentales y reclamó las dimisiones del primer ministro, Boyko Borisov, y del fiscal general, Iván Gueshev. Las discrepancias en temas básicos entre el presidente y los gobernantes siguieron siendo insuperables. “Este gobierno se ha convertido en símbolo de la corrupción y del estancamiento”, dijo Radev. El jefe de Estado continuó las consultas sobre las enmiendas constitucionales relacionadas con el poder judicial, con la convicción de que éstas son imprescindibles. Radev todavía no ha declarado si  se postulará  para un segundo mandato. En Bulgaria el presidente es elegido directamente por el pueblo por un plazo de 5 años y puede ser reelegido por un mandato más.