La campaña electoral de cara a las elecciones parlamentarias en Bulgaria, el próximo 4 de abril, no se ha iniciado todavía, pero los expertos y los observadores políticos ya van formulando sus pronósticos, aún bastante condicionales. A fecha de hoy se refieren más bien al carácter de la próxima campaña antes que a las ideas y las políticas que propugnarán las formaciones políticas diferentes. La causa es sencilla: se desconocen todavía tanto las características de las listas como los programas de los candidatos a acceder a la cuadragésima quinta Legislatura. Se está notando una insólita situación. La crisis ocasionada por la pandemia ha generado en la gente temores de supervivencia combinados con una pugna por el poder. Se trata de dos oscilaciones eminentemente humanas pero muy pujantes que , en épocas más serenas, acabarían siendo contenidas pero ahora están primando y esto ineludiblemente persistirá durante un buen rato, vaticina, entrevistado por Radio Nacional de Bulgaria, el antropólogo social Jaralán Alexandrov, y agrega:

“Creo que el pueblo búlgaro colocará a todos los agentes políticos en régimen de negociaciones, a pesar de las invectivas y ojerizas que éstos se están intercambiando-, dice Alexandrov, entrevistado por Radio Nacional-. Esto ocurrirá ya que es muy probable que el Parlamento sea lo suficientemente variopinto, con una representación suficiente de todos los puntos de vista, ánimos, emociones y visiones de cara al porvenir. No hay forma más segura para estabilizar a una sociedad que la de presentar todos los puntos de vista. Desde luego, para que esto suceda hacen falta madurez, sabiduría y disposición de hacer concesiones sensatas, entre los agentes políticos. 

Pese al flagrante liderato que se está observando en casi todos los partidos candidatos a acceder a la próxima Legislatura, no se debe subestimar tampoco la personalidad del jefe de Estado a pesar de no presidir éste una formación política:

”Sin embargo, no cabe duda alguna de que el jefe de Estado se erige en líder de la perspectiva crítica con respecto a lo que está ocurriendo en Bulgaria - explica Jaralán Alexandrov -. Hay en Bulgaria un numero extraordinariamente importante de personas que viven dolorosamente la realidad, se resisten a aceptarla. Están invadidas por la sensación de que nuestro mundo búlgaro es imperfecto, sobre todo cuando se le compara con el de las sociedades más desarrolladas. Estas personas echan en falta tal liderazgo capaz de mantener este rumbo y, en este sentido, el presidente de Bulgaria se las arregla estupendamente”.

Semejante tendencia en las propensiones de la sociedad resulta completamente justificada tras haber transcurrido más de un decenio en el que uno de los partidos se ha convertido en participante casi invariable en la gestión del país: ”El partido GERB ha forjado un modelo feudal de corte socialista tal que este partido se ha fusionado con el Estado y no es capaz de vivir al margen del poder. De manera que GERB hará todo lo posible, por conducto de las instituciones estatales que mantiene usurpadas, a fin de  que no haya elecciones honestas”, comenta ante Radio Nacional de Bulgaria el politólogo Evgueni Daynov, y añade:

”El rechazo del modelo creado por los gobernantes lleva a que algunos de sus simpatizantes vayan a votar posiblemente en su contra en aras de suspender la hegemonía que GERB tiene en algunas regiones y poner freno a Boyko Borisov -estima Daynov-, Por lo que hace a las dudas respecto a la honestidad en la votación, el politólogo opina, contundente, que el remedio único contra el voto corporativo, del que puede aprovecharse cualquiera de los partidos grandes en determinadas regiones de Bulgaria, es la movilización al máximo de los electores que ejerzan su legítimo derecho al voto.

Adaptado por Yoán Kolev a base de entrevistas de Silvia Velíkova y Pétar Volguin

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: archivo personal, BGNES