Hace 14 años Mijaela Stóykova y un amigo suyo decidieron alegrar a unos huérfanos de la ciudad de Burgás y así fueron echados los cimientos de una de las más importantes campañas de donación en Bulgaria. Algunos años después Mijaela creó la Asociación Operación Osito de Peluche, que desde el año 2017 ayuda a menores talentosos en situación social desfavorable a desarrollar sus dotes y continuar su educación en la universidad. Todo esto sucede gracias al concurso anual para un programa educativo auspiciado por mentores.

Hasta el momento casi 30 menores han participado en el programa y parte de ellos ya son estudiantes universitarios. Este año a los 11 menores ya aprobados pueden sumarse otros 10, si sus candidaturas se ajustan a los requisitos.

“Trabajamos con niños que son privados de cuidados paternos y están instalados en asilos sociales. Ayudamos a menores en riesgo, o sea a niños de familias socialmente vulnerables que no tienen la posibilidad de desarrollar sus talentos porque están privados del apoyo emocional o financiero para hacerlo. El grupo que priorizamos son los menores de 11 a 18 años, con quienes trabajamos hasta el momento en que se presentan a exámenes de acceso a la universidad o hasta que comiencen su desarrollo profesional en una determinada esfera”, cuenta Mijaela en una entrevista a Radio Nacional de Bulgaria.

Entre los criterios que ha fijado la Asociación para postular al programa son las buenas notas en la escuela, que a juicio de Mijaela, están vinculadas con la persistencia que mostrará el menor al sumarse a las clases. Esto es importante porque un gran número de personas trabajan en el programa. Entre ellos hay expertos, un psicólogo, un equipo de mentores y profesores, explica Mijaela. 

El programa cuenta con el apoyo financiero de compañías a las cuales el equipo de Mijaela Stóykova está profundamente agradecido, ya que sin éstas su iniciativa no podría llevarse a cabo, porque las clases que se imparten a cada niño son solo una parte del respaldo.

“Las asignamos becas mensuales o no reiteradas, compramos equipos técnicos, ropa deportiva, manuales, incluso nos hemos visto obligados a comprar vales para alimentos si la situación de la familia es más grave”, cuenta Mijaela. El programa ofrece además, cursos, campamentos y viajes.

En lo que refiere al talento del menor, Mijaela precisa:

“Trabajamos tanto con menores que ya han demostrado su talento como con niños que tienen dotes que no han desarrollado. Lo más importante es la motivación y no el nivel que ha alcanzado el talento del niño. Para nosotros lo que prima es su motivación”

El mérito de mantener viva esta motivación, a pesar de los varapalos que afrontan los menores, pertenece a los mentores del programa Los talentos ocultos de Bulgaria. Mientras que los profesores son los profesionales que desarrollan concretamente el talento de cada menor, los mentores trabajan para forjar la constancia, la disciplina, la determinación, la paciencia y las destrezas comunicativas.

“Seleccionamos nuestros mentores minuciosamente, dice Mijaela Stóykova. El mentor es la persona que cada semana se reúne con un niño para trabajar con él en la realización de los objetivos a corto o a largo plazo”.

Mijaela insta a cada persona que conozca a un menor de 11 a 18 años de edad y que tenga talentos demostrados a entrar en contacto con la Asociación y ayudar a este menor a postular al concurso. Como dice el Osito Pooh, “cuánto más, tanto más”.