¿En qué tipo de sociedad pretendemos vivir?¿Qué es lo que nos desagrada en el mundo que nos rodea y cómo habrá que cambiarlo a mejor? Son algunos de los interrogantes que algunos jóvenes se han planteado en el proyecto “Modelo Unión Europea Sofía 2021: pretendiente búlgaro al premio juvenil europeo Carlomagno”.

El premio del Parlamento Europeo alienta a jóvenes de edad comprendida entre los 16 y los 30 años a diseñar proyectos e intervenir activamente en el desarrollo de una Europa moderna. Preside el equipo búlgaro, que ha llegado a la etapa final del concurso, Victoria Rúseva, una estudiante de 22 años que cursa estudios de Politología en la Universidad de Viena.

"Se trata, en primer lugar, de una plataforma educativa abierta al diálogo intercultural –dice Victoria explicando la esencia del proyecto búlgaro– . Uno de nuestros objetivos básicos, que llevaremos a la práctica con personas de una decena de nacionalidades, apunta a promocionar a Bulgaria y nuestra región. Hemos previsto asimismo hacer un simulacro del proceso de toma de decisiones en la Unión Europea y desplegar un trabajo conjunto con estudiantes de tres escuelas búlgaras”.

El proyecto Modelo Unión Europea... existe desde el año 2014, pero es ahora cuando incorpora en estreno un simulacro de la Iniciativa Cívica Europea, una herramienta a través de la cual los ciudadanos pueden aportar ideas al proceso legislativo europeo. Discípulos del Liceo Profesional de Telecomunicaciones de Sofía, del Liceo de Idiomas Berthold Brecht y de la Escuela de Idiomas Jristo Botev de la ciudad de Kárdzhali, tienen confeccionadas propuestas para sus iniciativas cívicas.

”Las tres ideas que han llegado a la etapa de votación en nuestro sitio electrónico se refieren a problemas en la sociedad que interesan a los jóvenes –explica Victoria– . Una de ellas concierte la regulación del acceso y venta de productos tabacaleros a personas de edad inferior a los 18 años. La segunda se propone proporcionar a los jóvenes los recursos indispensables y, por medio de un tutelaje, orientarlos en una dirección adecuada para su futura carrera. La tercera idea apunta a la estructuración de una sociedad más abierta en la temática de la homosexualidad”.

La votación para elegir la mejor iniciativa de las tres se extenderá hasta el próximo 6 de mayo, y la que triunfe pasará a convertirse en una propuesta legislativa de la Comisión Europea, en el transcurso de una conferencia el próximo mes de octubre.

A la pregunta de si existe una sociedad civil en Bulgaria, Victoria Ruseva responde: ”Creo que existe un fundamento extraordinariamente adecuado en el que apoyarse. Esta cuestión precisamente constituyó un aspecto de importancia en nuestras discusiones con los estudiantes para demostrar que las personas jóvenes andan mucho mejor informadas de lo que la opinión pública se imagina de ellas. Necesitan, sin embargo, una plataforma en la que puedan debatir sus problemas y conseguir que su voz sea atendida. Es lo que procuramos ofrecerle nosotros: una plataforma y divulgación de sus ideas y críticas”.

En septiembre se anunciará el proyecto ganador del concurso Carlomagno. ”No importa si nuestro proyecto emerja ganador del premio”, dice, categórica, Victoria. A su juicio, la nominación misma ya es un reconocimiento de que hasta en una época de pandemia pueden ocurrir cosas maravillosas para tantas personas no sólo en Bulgaria sino también en Europa. Y la Europa del mañana, que ella tiene en mente, pasa por la concienciación hoy. 

”Para nosotros la Europa del futuro es una comunidad activa y unida de la que se haya tomado, de veras, profunda conciencia –agrega Victoria– . Es justamente la concienciación el primer paso rumbo a la sociedad cívicamente activa y mejor, puesto que sólo de esta forma podemos ser eficientes en nuestras actuaciones y lograr mayor número de objetivos y hacerlo de modo más rápido. Esto es de suma importancia, especialmente en medio de la situación que nos está tocando vivir hoy”.

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: proporcionadas por Victoria Rúseva