Para nosotros, los búlgaros, el 24 de mayo es uno de los días más preclaros del calendario. Es la fiesta de la fuerza del espíritu, del afán de ir perfeccionándose a través de los logros en la ciencia y la cultura. Este día celebramos la obra de los santos hermanos Cirilo y Metodio, venerada en el mundo entero.

En el siglo IX los Hermanos de Salónica desarrollaron una actividad de misioneros en su calidad de predicadores de la doctrina cristiana. Crearon la base del alfabeto eslavo, un fuerte incentivo para el desarrollo cultural de los pueblos eslavos. Constantino-Cirilo Filósofo logró crear un sistema de escritura que refleja de la manera más adecuada las peculiaridades del habla eslava. 

Frente a cada sonido él colocó la respectiva letra. En gran medida san Cirilo atribuyó una importancia simbólica al primer alfabeto, el glagolítico, ya que éste fue creado sobre base de los elementos sagrados para el cristianismo: la cruz, el círculo como símbolo de la perfección y el triángulo como símbolo de la Santa Trinidad.

Esto, a juicio de los especialistas, es una dedicatoria que está codificada en dichos elementos e indica que el alfabeto debe servir para difundir el verbo de Dios entre los eslavos. Por esta razón hasta hoy en día los búlgaros sienten profundo respeto hacia el alfabeto eslavo.

Por primera vez este año, por una resolución de la 44ª Legislatura, en vez de Día de la Educación y Cultura Búlgaras y de la Escritura Eslava, el 24 de mayo se celebrará como Día de los Santos hermanos Cirilo y Metodio, del Alfabeto, la Educación y la Cultura Búlgaras y de la Escritura Eslava.

Más detalles sobre la esencia de esta preclara fiesta pueden ver en el articulo 24 de Mayo, Día de los educadores e ilustradores eslavos, de la colección de Radio Bulgaria.

Versión al español de Hristina Taseva 

Fotos: BGNES, archivo