Con un minuto de silencio y ulular de sirenas en todo el país, al mediodía del 2 de junio, Bulgaria ha rendido homenaje al heroísmo del poeta y revolucionario Jristo Botev y a todos quienes dieron la vida por la libertad y la independencia nacionales.

Los búlgaros de mentalidad patriótica han subido al pico de Okólchitsa, donde el 2 de junio de 1876 el destacamento guerrillero encabezado por Botev libraría una batalla feroz, enfrentándose a unidades de tropas irregulares y un centenar de soldados del Ejército Otomano, en la que el vate perdería la vida, para inclinarse ante la hazaña de los héroes. Debido a las medidas restrictivas a causa del Covid−19 este año no ha habido un programa oficial.