A comienzos de julio, el anuncio de la Comisión Reguladora de la Energía y el Agua del aumento de los precios de los servicios comunales básicos cayó como una jarra de agua fría sobre los hogares búlgaros. La calefacción y el agua caliente se disparan en el diapasón del 4% al 23%, en función de los diferentes organismos proveedores, y el alza para Sofía es de un 20%. La media de aumento de la factura de la luz para los hogares es de un 4.4%.
El aumento se ha explicado con el hecho de que los precios de la energía térmica van asociados a los del gas natural (que en lo que va de año se ha encarecido un 70% en las bolsas europeas), y del crudo que se ha disparado un 50% en los mercados mundiales. A la vez, se vincula con las emisiones de carbono, cuyo coste ha subido asimismo de modo sustancial.
Pese a ser importante el alza anunciada de los precios de la corriente eléctrica y de la calefacción en Bulgaria, los analistas resaltan que este aumento dista mucho de incorporar todos los gastos indispensables y no se han tomado en cuenta aumentos salariales, amortizaciones e inversiones en obras de infraestructura, etc. Lo único que se puede intuir de todo esto es que se avecinan tiempos más duros aún, según ha explicado en una entrevista para Radio Nacional de Bulgaria Vanya Grigórova, asesora económica en la Confederación del Trabajo Podkrepa (en español, apoyo). Grigórova dice que ahora los precios están siendo retenidos, pero señala que en el invierno su aumento puede hacerse aún más abrupto, y esto es un hecho capaz de provocar una fuerte tensión social.
“Lo que podría acarrear esta tensión ya lo vimos en el año 2013”, dice Vanya Grigórova. Alude al descontento generalizado de los búlgaros por las elevadas facturas de la luz que desembocó en una protesta política contra el sistema en general, y acabó con la dimisión del Gobierno de entonces.
“No se puede prever si esto va a suceder también ahora –agrega la sindicalista−. Sin embargo, incluso ahora se han producido protestas ante la sede de la Comisión Reguladora de la Energía y el Agua contra los aumentos de los precios de la calefacción, el gas y la corriente eléctrica, de manera que en invierno las cosas se podrían exacerbar aún más. En este sentido, sea cual fuere el próximo Gobierno, este deberá afrontar desafíos enormes”.
Vanya Grigórova califica de muy preocupante el hecho de que los precios no incorporen gastos de capital de las sociedades distribuidoras, y que ello podría traducirse en gastos y facturas más costosas en el futuro.
“Esto lleva años repitiéndose en la sociedad búlgara: no hacemos gastos de capital y por esto nos vamos volviendo más pobres aún −comenta Vanya Grigórova− . Si no se forman beneficios, será cada vez más apremiante asignar recursos para hacer obras de infraestructura, entre otras actividades. Esta es la razón por la que los hogares pobres cargan con el fardo más pesado, ya que no se pueden permitir el lujo de hacer gastos ‘de capital’ y pagar más. De hecho, un tercio de los hogares búlgaros no se pueden permitir tener una calefacción adecuada. Se trata de un porcentaje cuatro veces superior a ese 7% de los hogares europeos que afrontan dificultades en calentar sus pisos. Si se examinaran los precios y se hiciera una comparación con los diez últimos años, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, se vería que han incrementado en una media de un 42% los gastos en las facturas de la luz, la calefacción y el agua caliente por núcleo familiar. Se trata de un aumento en casi 600 euros anuales”.
Los precios más altos de la electricidad, el gas y el crudo son sendas premisas para el alza escalonada de los precios de víveres básicos como el pan y los productos cárnicos y lácteos. La Agencia de Protección al Consumidor ya ha comprobado aumentos en los precios de algunos alimentos. El alza más drástica se ha registrado en el precio del aceite, que en solo quince días se ha disparado un 8.5%, y el litro, que a comienzos de año costaba 1,30 €, ahora cuesta 1,90 €.
Los días por venir irán mostrando cuál será el precio social que la sociedad pagará a consecuencia del alza de los precios.
Adaptado por Elena Karkalánova en base a una entrevista de Yuliana Kornázheva
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: BGNES
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