Los búlgaros estamos presenciando una campaña más lenta de cara a los comicios parlamentarios. Puede que las causas de ello estriben tanto en el carácter anticipado de los comicios en plena temporada de vacaciones anuales, como en los importantes gastos de recursos hechos por los partidos en la campaña durante la primavera.

”Hemos estado durante tanto tiempo en una campaña que ya hemos dejado de fijarnos en esto. Tengo la sensación de que la misma se inició con el comienzo del año”, comenta la periodista Mira Badzheva. El politólogo Gueorgui Kiriakov, por su parte, se enfoca en los canales para la comunicación con los electores, diciendo:

”Se apuesta, mayormente, por las redes sociales, en las que la publicidad se cobra a tarifas muy bajas, y también por giras por el país y encuentros con electores. Además, ya existen propensiones e intenciones definidas en la gente de  a  quién votaría. De este modo los partidos ya no tienen necesidad de persuadir largamente a los electores en cuanto a la decisión de a quién votarán, dice el politólogo ante la emisora regional en Stara Zagora de Radio Nacional de Bulgaria.

Sin embargo, una encuesta efectuada a habitantes de esa ciudad búlgara ha puesto elocuentemente de relieve la posición real del electorado frente a los políticos y las promesas preelectorales de éstos: ”Esta narrativa no me impresiona especialmente. Sigo más bien neutral frente a las campañas preelectorales de todas las formaciones políticas, dice Vasil.”Son muy insípidas y generales y su mensaje no consigue calar en mi mente”, agrega Gueorgui.

A pesar de esto, a juicio de Gueorgui Kiriakov, se formará un Gobierno tras las elecciones y se perfilan dos hipótesis posibles: ”Es posible que los llamados “partidos de la protesta” formen una mayoría junto con uno de los grandes partidos del statu quo. La segunda hipótesis es que el Gobierno interino prolongue su mandato, ya en forma de un gobierno ordinario y con el beneplácito de los partidos de la protesta y de representantes de los partidos de statu quo. De esta forma se esquivará la posibilidad de que los partidos de representación parlamentaria carguen con la plena responsabilidad por un eventual fracaso en el gobierno del país”.

Esta tesis la respalda asimismo el politólogo Dimitar Ganev, quien dice: ”No cabe duda de que se tratará más bien de un gobierno de expertos, porque cada representante de un partido presentará a su gente, no como a unos partidistas a ultranza, sino más bien como expertos en determinado ámbito”. Los resultados electorales parecen imposibles de augurar en un pronóstico previo, considera la psicóloga política Antoaneta Jristova. Opina que la responsabilidad de ello recae en varios factores. Por un lado está la gestión del Gobierno interino y los resultados casi diarios en su labor. Convierten éstos a los diferentes candidatos de los partidos políticos en unos personajes que procuran alcanzar lo que está ocurriendo.

Otro factor que transforma en imposible la valoración efectiva de la intención de voto de los electores se relaciona con el trabajo que hacen en las redes sociales los llamados troles de internet, que cumplen con éxito su misión al distorsionar extraordinariamente la información, y de ahí, la realidad que ésta crea para el usuario:

”Casi todos los partidos políticos se valen de troles. Por ello es muy difícil orientarse para encontrar la posición efectiva”. Jristova ha señalado que, aparte de la polarización entre las personas, tendría probablemente un impacto negativo en la votación el empleo de máquinas de votar, implantado a raíz de enmiendas al Código Electoral hechas por la efímera 45ª Legislatura de la Asamblea Nacional: ”Todo el mundo se empeñó en minimizar la participación de los electores. Constituyen un ejemplo en este sentido las personas de la tercera edad. Este nuevo sistema de votación no implica deseos de acudir a las urnas de estas personas, sino más bien les pone trabas y provoca miedos. Por esto admito la posibilidad de que la participación electoral registre una bajada en unos cuantos enteros”.

Adaptado por Yoan Kolev

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: BGNES, BNR