En plena temporada de verano, las playas en la costa sur del mar Negro están repletas, y por todas partes se oye el idioma búlgaro. Han aumentado las denuncias de desacato de las recomendaciones de guardar distancia en las condiciones de la pandemia a causa de la concentración de personas. Este año los búlgaros han optado por veranear en masa en los centros vacacionales nacionales. Durante los fines de semana el balneario de Slanchev Briag (Costa del Sol) rebosa de turistas.

“Muchos de los destinos turísticos en España, Malta y Chipre no están disponibles, y esto hace que los turistas se reorienten a Bulgaria”, opina Plamen Kopchev, presidente de la Junta Directiva de los Propietarios en el centro marítimo de Slanchev Briag. A su juicio, a causa de las restricciones de viajar impuestas durante el verano pasado, los búlgaros redescubrieron la costa búlgara del mar Negro y quedaron tan contentos que han decidido regresar, han traído a sus amigos y gozan allí de sus vacaciones.

Desde el 23 de julio la temporada en Slanchev Briag está en auge. Poco más del 50% de los hoteles en el más importante centro marítimo está abierto y trabaja a pleno rendimiento. A juicio de Kopchev, el verano de 2021 se perfila como una temporada más exitosa que la del año pasado. Junto con los búlgaros que predominan hay visitantes de Rumanía, Polonia y Hungría, así como alemanes, neerlandeses y daneses. A pesar de esto, desde el sector no se muestran optimistas y afirman que la afluencia de turistas es temporal y no será una tendencia duradera. La temporada este año ha comenzado tarde y terminará pronto.

“En un mes y medio no podemos compensar las pérdidas acumuladas durante todo el año. Muchos de los colegas han pedido préstamos bancarios −afirma Plamen Kopchev ante Radio Bulgaria−. Además, existe otro problema: el centro de Slanchev Briag ha sido proyectado para viajes turísticos que se realizan en vuelos chárter. En estos momentos Slanchev Briag apenas da cabida a los automóviles. No tenemos suficientes aparcamientos y la mayoría de nuestros clientes llegan en sus turismos, se trata de turistas individuales que hacen sus reservas vía Internet. Antes de la pandemia, en el aeropuerto de Sarafovo en Burgas se realizaban unos 150 vuelos chárter por semana que transportaban a grupos organizados, mientras que ahora estos vuelos varían de diez a doce. Sin un programa de vuelos chárter, Slanchev Briag no tiene futuro”.

Este verano es palpable la ausencia de grupos organizados de Reino Unido y otros mercados tradicionales internos. La falta de turistas incide en los negocios de diversión en el centro como pubs, restaurantes, locales de diversión. Además, igual que en otros sitios, existe una gran escasez de personal que se ha vuelto más aguda por la inseguridad y el recrudecimiento de las medidas contra la Covid−19.

“Desde hace unos años el problema con el personal en el sector se ha agravado y sigue persistiendo a causa de la Covid−19. Después de los pronósticos de que habrá una cuarta ola, el personal ya busca empleo en otros sectores y abandona el turismo”, afirma Plamen Kopchev.

Sus colegas y él esperan que no haya cierres hasta finales de la temporada de verano para que puedan compensar las pérdidas en cierta medida.

Versión al español de Hristina Táseva

Fotos: sunnybeach.com, BGNES, Facebook /Visit Sunny Beach