El 6 de agosto la Iglesia Ortodoxa Búlgara conmemora la Transfiguración de Jesucristo, recordando la gloria y el poder divino del Redentor que se transfiguró ante tres de sus discípulos. Se trata de uno de los milagros más grandes que hizo el Salvador. Su transfiguración en el monte de Tabor demostró a los judíos que es el rey del Cielo y no de la Tierra. Cuando subieron al monte, Jesucristo se retiró y comenzó a orar mientras que los tres alumnos se quedaron dormidos porque estaban cansados por el viaje. Se despertaron por el brillo del Salvador transfigurado que se había elevado por encima de la Tierra y conversaba con dos profetas de Antiguo Testamento: san Elías y san Moisés.
Entonces los discípulos cayeron al suelo y Dios Padre, que apareció envuelto en una nube, dijo: “Este es mi hijo querido. Escuchadlo”. Al bajar del monte Jesucristo ordenó a los alumnos que contaran de este magno acontecimiento después de su Resurrección.
En Bulgaria hay múltiples templos consagrados a este gran acontecimiento. Uno de ellos es la más antigua iglesia operante en la costa del mar Negro. Se encuentra en la costa del mar, en el casco antiguo de Pomorie, en la porción más oriental de la península en que está situada la ciudad.
Recientemente un equipo de arqueólogos del Instituto Nacional de Arqueología con Museo, de Sofía, conjuntamente con el Museo de Historia en Pomorie iniciaron estudios alrededor del templo. La iglesia Transfiguración de Jesucristo es parte del patrimonio cultural de Bulgaria y destaca por el hecho de que no tiene ábside, algo bastante raro para la construcción de los templos por las tierras búlgaras, cuenta a la emisora de Radio Nacional en Burgas el director del Museo de Historia Antón Karábashev.
“El propio templo pertenece al estilo postbizantino y tiene un tejado a dos aguas, su techo está elaborado de tablones y su suelo está revestido con grandes lápidas de piedra. La iglesia no tiene ábside y no podemos decir si fue construida así o si la ábside fue destruida cuando en el patio de la iglesia existía una base de la milicia fronteriza”, explica Antón Karábashev.
Según fuentes históricas conservadas, la iglesia fue erigida sobre las ruinas de una basílica de la época cristina temprana, en 1763−1764, y fue santificada en 1765. Es el edificio más antiguo de Pomorie. Allí se conservan muestras valiosas del arte iconográfico de finales del siglo XV y principios del XIV y el icono más antiguo es de finales del siglo XV y principios del XVI. El iconostasio fue tallado en madera, la primera fila de sus iconos ostenta diecisiete grandes iconos con imágenes de zares, realizados por distintos iconógrafos en los siglos de XVII a XVIII. En la segunda fila, la de los apóstoles, hay 33 iconos pequeños. Al entrar al templo llama la atención el icono de Jesucristo Pantocrátor (Todopoderoso), incrustado en el techo de madera. El padre Yani, sacerdote de la iglesia cuenta:
“En el siglo XIX piratas saquearon el templo y se llevaron varios iconos entre los cuales estaba la de Jesucristo Pantocrátor. Sin embargo, en el mar se desencadenó una tormenta, los piratas se asustaron y echaron el icono al agua. El icono “regresó” y fue encontrado por la gente local en la franja costera próxima al templo”.
En los últimos años en la fachada de la iglesia aparecen grietas y tal vez la causa de ello sea la erosión en la costa. Por iniciativa de los vecinos de Pomorie, el Ayuntamiento de la ciudad ha adoptado pasos encaminados a la preservación de la iglesia.
Recopilado por Darina Grigórova
Versión al español de Hristina Táseva
Fotos: archivo
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