“Muy a menudo las instituciones rechazan a las víctimas de la violencia doméstica y restan importancia a lo que les ocurre, sin entender que una bofetada o un golpe, incluso seguidos de reconciliación entre quien sufrió el daño y el violento, es solo un indicador de un problema creciente que casi siempre aumenta con el tiempo”, afirma terminantemente Radoslav Stoyanov, experto jurídico del Comité de Helsinki Búlgaro. Su opinión profesional es que la Ley para la defensa de la violencia doméstica, relativamente nueva en Bulgaria, pues data de hace solamente dos años, sigue marcada por muchos problemas y contradicciones.

Después de los debates en torno a la ratificación de la Convención de Estambul y el hecho de que Bulgaria fue uno de los seis países que se negaron a aceptar dicho documento, fue tomada la decisión de realizar enmiendas internas a las leyes búlgaras, con el fin de introducir los principios de la Convención. Pero no son suficientes, considera el jurista.

“Antes que nada debo subrayar que las medidas del código penal llegan cuando el mal ya está hecho. En Bulgaria debemos centrarnos en la prevención. Esto se preveía en el período de elaboración de los proyectos de ley para la implantación en el país de los estándares de la Convención de Estambul. Había una propuesta dirigida a la educación y orientada a reforzar el conocimiento de los niños sobre la igualdad de géneros en la sociedad,  explicando que la mujer no es “propiedad” del hombre, que no es el “sexo débil”, etc. Las medidas pretendían acabar en su etapa de gestación, con un sistema de nociones acerca de la condición de sometimiento de las mujeres, nociones existentes tanto en nuestra sociedad, como en muchas otras. Pero estas medidas no fueron tomadas y lamentablemente no hay mensajes con este contenido, dirigidos a nuestros niños y jóvenes. Por razones inexplicables para mí se aceptó que para calificar un acto como un acto de violencia doméstica, éste debe tener un carácter sistemático, o sea que deben constar por lo menos tres denuncias oficiales de violencia doméstica. Lo que significa que la violencia podrá existir el tiempo necesario para llegar a consecuencias muy serias".

Es sumamente importante dar un respaldo psicológico y emocional a las víctimas, hablándose abiertamente del problema. En esta relación el Comité de Helsinki Búlgaro en colaboración con la Alianza por la Defensa de la Violencia basada en el Género arranca un proyecto de dos años titulado Salgamos de círculo de la violencia basada en el género contra mujeres y niños en Bulgaria, cofinanciado por la Comisión Europea. La primera iniciativa es la exposición fotográfica de Ana Stóeva Objetos  invalorables. Hasta el 28 de octubre en el Consejo Británico, en Sofía podrán verse fotografías de objetos pertenecientes a mujeres asesinadas en casos de violencia doméstica.

“Como documentalista me interesan los objetos y lo que ellos cuentan. Así renace la historia de la persona a quienes pertenecieron, con sus intereses y también con su tragedia. Fue un paso de acercamiento entre nosotros y estas mujeres –expresa la fotógrafa– . En Bulgaria una de cada cuatro mujeres es víctima de algún tipo de violencia, lo que significa que cada uno de nosotros se ha topado con el problema, aunque no nos demos cuenta de ello”.

En el marco del presente proyecto el Comité de Helsinki Búlgaro está preparando, asimismo, un sitio internet especializado en ayuda a las personas que sufren o se ven afectadas por la violencia doméstica. El sitio aparecerá en el lugar del ya existente ubita.org (en español ubita significa “asesinada”) que representada una cartografía de los asesinatos de mujeres en Bulgaria.

“Hemos recogido información de los juzgados búlgaros acerca de condenas relacionadas con los asesinatos de mujeres – explica Radoslav Stoyanov– . Hicimos un mapa y quedó claro que un enorme porcentaje, cerca del 90% de los asesinatos de mujeres en Bulgaria,  y hablamos no solamente de los casos de violencia doméstica, han sido perpetrados por un conocido, allegado o pariente de la víctima.  Así empezó todo lo que ahora estamos estructurando y el sitio se convierte en spasena.org, (en español spasena significa “salvada”). Incluiremos  en el sitio también información sobre mujeres afectadas por la violencia doméstica, dónde pueden pedir ayuda, cómo actuar en tales casos. Publicaremos información de testigos de violencia doméstica, porque muy a menudo muchos de nosotros oyen gritos a través de las paredes en el edificio, pero no hacen nada, sea por miedo, sea por desconocer cómo actuar. Este sitio dará respuestas a tales dudas. Y además habrá información para las personas que se sienten impelidas a actuar con violencia, porque no es de excluir que uno sea consciente de su problema y necesite ayuda".

Adaptado por Vésela Krásteva

Versión en español de Maria Páchkova

Fotos: archivo, bghelsinki.org