"No fijamos plazos, esperamos resultados. Todo tipo de intentos de ejercer presión sobre Bulgaria en lo que a Macedonia del Norte se refiere son contraproducentes,  provocan una demora del proceso y esto debe ser comprendido por todos". Es lo que ha manifestado el presidente, Ruman Radev, ante periodistas búlgaros en Bruselas, donde ha arribado para tomar parte en la cumbre de la UE-Asociación Oriental, así como en la sesión de mañana del Consejo Europeo. “En todos los Consejos Europeos desde el mes de mayo hasta el momento he hablado con todos los líderes europeos y líderes de instituciones europeas sobre este tema. Deseo agradecerles porque por segunda vez en este año el tema ha sido eliminado de la agenda del día. Nuestros socios por fin se han dado cuenta en qué radica el núcleo del problema”, ha señalado Radev. En sus palabras, el problema supera la idea de un contencioso histórico entre dos estados vecinos y afecta “el fundamento de la UE, los valores y los principios, los derechos humanos y la falta de discriminación”.