Ofrecer una caricia, dar saciedad a perros con hambre, rodearles de calor. Impelida por estos anhelos, Ivanka Dímova fue librando una desigual batalla con la burocracia, las ideas preconcebidas y la indiferencia, en la que ambicionaba ofrecer un hogar a cada perro callejero de su pequeña ciudad. Tras un lid que duró una decena de años, Veliki Pleslav tiene hoy su albergue de perros.
“Cuidamos de tener calor en el invierno”, dice Ivanka Dímova. Junto con los voluntarios ya tienen esparcida paja en el piso de las jaulas pero su mayor desvelo es poder conseguir mantas para arropar a los cachorros. Lo que fuera antaño un rincón zoológico ahora va teniendo cada vez más nítidamente las características de un refugio auténtico. Lo comprueba, satisfecha, Ivanka y expresa:
“Estamos en proceso de construcción, vamos mejorando paulatinamente las condiciones. Las jaulas son nuevas, con mallas estables, tenemos casitas para cada cachorro por separado. El ambulatorio casi lo tenemos terminado de construir.Vamos avanzando, aunque sea a paso lento”.
En su labor tendente a mejorar las condiciones en el asilo y garantizarles la comida a los perros, Ivanka Dímova está secundada por Bärbel Ostmann, de la sociedad alemana Streunernothilfe Grenzenlos. También colabora el Ayuntamiento, que asigna unos 7600 euros al año, que van siendo gastados en chequeos veterinarios, castraciones, colocación de chips. No hay todavía en este centro personal en plantilla y por esto para los cuidados a los animales Ivanka Dímova ha apostado por los voluntarios entusiastas. No obstante ello, idependientemente de los esfuerzos que se estén desplegando, el número de los perros si hogar no se reducirá hasta el momento en que el Estado obligue a los amos de los perros a asumir su responsabilidad.
“Hay un gran número de cachorritos. Se les suelta de las casas, algunos de ellos van con sus mamás, otros andan solos –dice Ivanka Dimova–. No paramos de atender denuncias, recogemos los perros, los castramos. Hace un par de años llegamos a castrar 120 animales.En la ciudad casi no quedaba un perro sin castrar y, de improviso, esta primavera pasada, aparecieron unas 5 a 6 perras repudiadas por sus amos y grávidas; los cachorritos, metidos en sacos o cajas de cartón, son abandonados en plena calle. Es algo pavoroso, estamos dando vueltas en un círculo vicioso. Sin la existencia de una ley recia sobre las mascotas eso seguirá igual, nosotros recogiendo y castrando perros, y la gente, criándolos despreocupadamente”.
Sólo el año pasado casi noventa podencos del refugio de Veliki Preslav fueron adoptados en el extranjero, y más de 80 otros lo fueron en Bulgaria. Ivanka Dímova insiste en que en el contrato de adopción de un animal se recoja que el nuevo amo habrá de remitir información de cómo se siente el perro en su nuevo hogar. Son sendos motivos de alegría para Ivanka las llamadas que le hacen estos nuevos amos de los perros para darle las gracias tras comprobar que su nueva mascota no les tenía miedo.
“La gente que haya adoptado perros de otros albergues dice que mis animales son muy sociables –dice Ivanka con orgullo–. Consigo acostumbrarles a la presencia humana, a través de distintas actividades, por medio del juego. Por la mañana voy pasando por cada una de las jaulas, para comprobar el estado de salud de mis pupilos y si hace falta llevar algunos al veterinario. Los voluntarios y yo misma solemos acariciar los perros, estamos jugueteando con ellos. A los perros esto les gusta muchísimo y, en ocasiones, hasta no llegamos a barrer las jaulas, por lo juguetones que son. No hay ni uno solo de mis perros que no sea sociable. Y eso que a la mayoría de los perros que fueron capturados en las calles se les había tildado de mordedores”.
¿Se considera Ivanka una heroína, al ver cada día lo felices que andan estos animalitos rescatados de un penoso destino?
“Lo de ser o no una heroína no tiene importancia –contesta Ivanka–. Lo que sí me importa es poder acostarme cada noche con la conciencia limpia. En los años pasados tuve que cruzar por un infierno en el que vivía los sufrimientos de cada animal sin hogar”.
Adaptado por Diana Tsankova en base a de una entrevista de Rosalina Chérneva de la emisora regional de Radio Nacional de Bulgaria en Shumen
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: Animal Hope Bulgaria-Veliki Preslav
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