Por decimoséptimo año consecutivo el comedor social que funciona en el templo de La Asunción de la Virgen, en Kárdzhali, está listo para acoger a las personas más vulnerables de esta ciudad en el sur de Bulgaria, para ofrecerles comida caliente en Navidad, una de las fiestas ortodoxas más preclaras.

“Desde el momento en que abrimos el comedor hasta hace uno o dos años nos visitaban unas 120 personas pero poco a poco su número comenzó a disminuir y en estos momentos atendemos a unas 60 personas necesitadas”, ha señalado ante la emisora regional de Radio Nacional de Bulgaria en Kárdzhali el padre Boyán Saraev, uno de los sacerdotes en el templo. Cada persona que haya tocado en nuestra puerta ha recibido apoyo por nuestra parte independientemente de su confesión, nacionalidad, edad o problemas que ha tenido”, señala el padre.  

“Quisiera desear a sus usuarios que no se fijen tanto en el lado material de la fiesta, en los platos que servirán en la mesa o en los regalos que intercambiarán. Deberían prestar más atención en el núcleo espiritual de la festividad, al hecho de que ha nacido el Hijo de Dios y que Dios se ha mostrado misericordioso para con los humanos enviándoles a su hijo aquí, en la tierra, para que todo quien crea en él tenga vida eterna”.