Llegan a Bulgaria fondos europeos complementarios para la financiación de proyectos de productores agrícolas, aprobados en el anterior período programado, hasta el año 2020. Se trata de medios concretos, destinados exclusivamente al sector agrícola, y el objetivo es garantizar su funcionamiento en los dos años, 2021 y 2022, previos al comienzo del siguiente período de ayudas a proyectos, de 2023 a 2027. La buena nueva llega oportunamente para paliar el golpe asestado por la elevada inflación y el mercado encogido a consecuencia de la crisis económica y la provocada por el coronavirus. Los fondos están disponibles, pero si la Administración no funciona a ritmos acelerados para poder facilitar estos recursos oportunamente a los agricultores y granjeros se correrá el riesgo de que este dinero no acabe asimilado y que, incluso, termine ”engullido” por la inflación.

Así lo ha manifestado, entrevistada por la emisora regional de Radio Nacional de Bulgaria en Kardzhali, Ivanka Dúshkova, directora de la asociación sin afán de lucro “Grupo de Iniciativas Locales Stambolovo-Kardzhali 54”. Este tipo de asociaciones son de carácter público-privado y actúan con el papel de intermediarios entre el Estado y los beneficiarios de los fondos a nivel local. Hay en Bulgaria un total de 64 tales estructuras, responsables del cribado primario de proyectos presentados por productores agrícolas o por otro tipo de organizaciones público-privadas. La directora de la organización en Kardzhali señala que este año entre cada uno de estos Grupos de Iniciativas Locales se reparten 700.000 euros en concepto de fondos concretos y exclusivos para el sector de Agricultura. El dinero no se vincula con la crisis del coronavirus que, a su vez, había sido tomada en cuenta a la hora de fijar una cuantía superior de los subsidios para las orientaciones agrícolas en el período de 2023 a 2027.

El plazo para postular con nuevos proyectos se ha alargado y así, en vez de hacerlo hasta el año 2023, los documentos para las ayudas en el nuevo período programado se podrán cursar hasta junio de 2025. Se destinan a casi todas las esferas del agro para que los fondos puedan llegar tanto a las grandes como a las pequeñas haciendas agrícolas-de un volumen de producción global de 2.000 a 8.000 euros- ha señalado Ivanka Dúshkova. Ella opina,sin embargo, que la lenta actuación del Estado había sido reiteradamente la causa de malograrse proyectos ya aprobados. ”Retener un proyecto uno o dos años es algo que desmotiva a los beneficiarios, las condiciones van cambiando y, en última instancia la gente desiste de trabajar en los proyectos”, explica Ivanka Dúshkova y agrega:

“El año pasado se dispararon los costes por concepto de cálculos de cuantificación de las obras de construcción, los precios de la maquinaria, el costo del trabajo etc., y así los beneficiarios no son capaces de llevar a efecto las actividades previstas en sus proyectos. Estamos viendo cómo todo se encarece, el alza en los materiales de construcción ya es de dos a cuatro veces.En fin, este problema no es exclusivo del agro ya que la afronta todo el mundo en Bulgaria. Había proyectos retrasados un par de años, ahora se ha acelerado un tanto la labor en la administración, se ha ampliado la plantilla y ya se va recuperando el retraso. El problema es que la gente no tiene su propio dinero para financiar su proyecto, para darlo por terminado y, al final, poder aguardar con serenidad la recuperación de su inversión a través de la financiación de los proyectos”.

Ivanka Dúshkova señala que el Grupo de Iniciativas Locales evalúa a nivel local los proyectos, confeccionando miles de folios de protocolos e informes. Es una labor en que se van al menos un par de meses. Si la tramitación en la Administración Pública se acelera y se haga en meses en vez de que en años, el problema con los retrasos en los pagos acabará resuelto. Ivanka Dúshkova ha esbozado otros varios problemas que obstaculizan la materialización de proyectos con financiación europea:

“Por la inflación galopante actual ahora resultan un plazo excesivamente largo incluso unos 6 meses, el cual altera y complica la materialización de los proyectos. Lo que sugiero es que se acelere el trabajo en el Fondo Estatal de Agricultura. Los bancos también están generando un problema importante. Otorgan difícilmente créditos y exigen al postulante una hipoteca de sus bienes, a pesar de presentar el respectivo beneficiario un contrato que ha suscrito con la Agencia Estatal. Surge ahí también un otro problema y es que al recibir un crédito uno tiene que ponerse en seguida a irlo amortizando, sin tener medios para ello. Creo, por esta razón,que hay que conceder un período de gratuidad para que los agricultores llegue a cobrar una financiación y, luego, ir amortizando la cuantía del crédito”.

Versión en español por Mijail Mijailov

Fotos: BGNES, Grupo de Iniciativas Locales Stambolovo-Kardzhali 54