¿Cómo llega la ciencia del porvenir a unir los conocimientos acumulados por los científicos en sus diferentes vertientes, avisa, traza un camino a la salvación, sana?
Ofrecen sendos ejemplos de semejante unidad de acción la bioinformática, la biología computacional y la inteligencia artificial en la búsqueda de posibilidades de una detección precoz de tumores: Vanesa Guésteva navega con soltura en estas aguas sobresaturadas de inteligencia, conocimientos y descubrimientos. Ostenta el grado de bachiller en ciencias computacionales y bioinformática del Ramapo College, de Nueva Jersey y ahora es doctoranda en las ciencias biológicas en la Universidad de Columbia. Es, además, autora de tres publicaciones científicas y ganadora de más de una veintena de galardones, entre ellos la prestigiosa distinción estatal búlgara John Atanasoff, por su estreno en el impacto en la tecnologías informáticas.
“Desde niña me gustaban muchísimo las matemáticas y las tecnologías computacionales”, dice Vanesa. Comenzó, en el cuarto grado de la escuela, a ocuparse de programación, en el octavo se fue familiarizando con las elaboraciones científicas y, un año después, descubrió la bioinformática.
“El hecho de que uno pueda emplear sus conocimientos en informática con el fin de hacer algo de utilidad en el terreno de la biología me impresionó muchísimo”, recuerda Vanesa.
Su afán de llegar a formar parte algún día de los estudiosos consagrados y asomarse al conocimiento científico vanguardista le llevó a los EE.UU. El Ramapo College de Nueva Jersey resultó la cuna en que se habían formado los científicos para la compañía estadounidense creadora de unas de las vacunas contra el coronavirus. Mientras estudia para obtener su grado de bachiller está trabajando en un proyecto y explora la influencia de determinados elementos en el ADN, que no codifican proteínas, en el mecanismo de creación del ADN.
“Estas proteínas tienen funciones o propiedades celulares diferentes -acara Vanesa- . Hay ventajas pero también desventajas porque se ha calculado que casi un 15% de las enfermedades oncológicas hereditarias humanas se relacionan con sucesos splicing alternativos. Durante el estudio disponíamos de un banco de datos que contenía decenas de miles de secuenciaciones de ADN humanos y también creados por medio de programas informáticos diseñados por nosotros. El resultado de todo ello es que somos capaces de controlar determinadas dolencias: hereditarias y oncológicas”.
El proyecto más reciente en que interviene Vanesa trata del diseño de un modelo destinado a enseñar a la inteligencia artificial cómo detectar tumores o predecir su aparición:
“Hemos desarrollado un modelo de enseñanza en profundidad, que calcula la frecuencia tumoral en imágenes histológicas y detecta en ellas áreas de elevado contenido tumoral -dice Vanesa- . La enseñanza en profundidad (que es un método computacional para la reproducción de una densa red de neuronas) se ha ido extendiendo ya a la esfera de la bioinformática. A los efectos del proyecto nos hemos valido de imágenes histológicas públicamente accesibles y hemos comprobado que nuestro proyecto resuelve tremendamente bien la tarea. Puede ser aplicado directamente en la medicina”.
Mientras sigue ocupándose de preparar su doctorado, Vanesa le ha dado la mano a una chica de noveno grado de una de las escuelas de Shumen, su ciudad natal.
“Esta chica, que se llama Vésela, es también programadora y trabajamos las dos en un proyecto de bioinformática, que esperamos poderlo presentar en una conferencia científica muy en breve -dice- . Yo personalmente, estoy aprendiendo ahora a ser una mentora, me siento feliz de poderles ayudara niños motivados”.
Vanesa Guétseva confiesa que lo que más echa de menos es Bulgaria. En el próximo lustro, empero, habrá de mantenerse concentrada en la conclusión de sus estudios en EE.UU. Dice que luego le agradaría trabajar en alguna de las importantes compañías farmacéuticas. ”Cuando concluya mi doctorado, a lo mejor retorno a Europa, pero ¿quién puede decir qué ocurrirá mientras tanto?”, dice ella.
Adaptado por Diana Tsankova a base de una entrevista de Dobromir VIdev
Versión en español por Mijail Mijailov
Fotos: bioinformatics.ramapo.edu y archivo personal
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