Un sentimiento de que se están promoviendo intereses de cabildeo, en lugar de mantener un diálogo constructivo sobre temas importantes para el arte cinematográfico, ha provocado en los cineastas búlgaros su reunión con la Comisión Parlamentaria de Cultura. Varios directores de cine búlgaros de renombre, incluidos Gueorgui Dyulguerov, Stefan Komandarev, Theodore Ushev e Iván Nichev entre otros, han llamado la atención sobre esto en una carta al primer ministro y al Parlamento de Bulgaria.

Los cineastas se oponen a la división artificial del cine búlgaro en “cine de masas” y “cine de festivales” y a la idea de que el Estado debería subvencionar el cine que se vende bien.

“En Europa, son precisamente los festivales y los premios los que garantizan al público que una película es de calidad. Si las políticas públicas abdican de su obligación de apoyar el arte búlgaro y en lugar de ello orientan la ayuda financiera al mercado, entonces es mejor que sea el Ministerio de Economía quien regule el arte en lugar del Ministerio de Cultura”, señalan los cineastas.