La tierra despierta del sueño invernal, el sol nos sonríe y los colores de las flores nos acompañan en nuestro día a día. Es la época en que celebramos una de las fiestas favoritas de los búlgaros: el Domingo de Ramos.
En la tradición cristiana el día es venerado como la solemne entrada de Jesucristo en Jerusalén. Según los textos evangélicos, el hijo de Dios entró en la ciudad sagrada y fue recibido por sus vecinos con ramas de olivo, palmera y laurel, mientras todos clamaban “¡Hosanna!”. Precisamente por esto después de la santa liturgia los cristianos se llevan ramas de sauce bendecidas que recuerdan las palmas con las cuales fue recibido el Redentor.
A pesar de que todavía no ha terminado el ayuno pascual, el Domingo de Ramos está permitido consumir pescado. En muchos lugares en Bulgaria se amasan hogazas rituales que ostentan la forma de una flor.
El Domingo de Ramos celebran su onomástica todas las personas que llevan nombres de flores y plantas.
A partir de mañana comienza la Semana Santa que terminará en vísperas de la Resurrección de Jesucristo, una época en la cual podemos pensar sobre la vida y la muerte y reconsiderar lo valioso y tratar de acercarnos a lo espiritual.
En la carretera de Sofía - Samokov, aguas arriba del río Iskar, cerca de la gran curva pintoresca entre los antiguos pueblos de Kokalyane y Pasarel en el puente Diavolski ( Dyávolski most ), se encuentra la colina Srednobardie. Allí el río Vedena..
El 20 de julio, en plena época de canículas en Bulgaria, la Iglesia Ortodoxa Búlgara homenajea a san Elías, uno de los profetas del Antiguo Testamento. Un testimonio de la profunda veneración que siente el pueblo búlgaro hacia este santo son los..
Abnegación, honradez, lucha y fe en el derecho a la libertad nacional y a una vida digna. Todo esto está personificado en uno de los héroes nacionales búlgaros más queridos: Vasil Levski. Este 18 de julio Bulgaria celebrará el 187 aniversario de su..