Precios desbocados acompañados de un corte en los suministros de gas. ¿Podrán aguantarlo los consumidores de bienes de consumo y servicios en medio de una pobreza creciente, empresas abocadas a la quiebra y un entorno cada vez más precario?
El pasado mes de marzo la tasa inflacionaria superó el 12 % y registró valores récord desde el año 2008, señala el Instituto Nacional de Estadística. En sólo un mes los precios al consumo subieron un 2,2 %, los del transporte, un 7,9 %, los de los alimentos subieron un 3,3 % y los servicios hoteleros y de restauración lo hicieron en un 2,8 %. Ya antes de producirse este encarecimiento, dos tercios de los búlgaros habían expresado que les costaba subvenir a sus gastos diarios, señala un sondeo del citado instituto:
“Desde la semana pasada los precios se dispararon vertiginosamente. Al hombre pobre todo le resulta caro”, dice un pensionista de la ciudad de Vratsa, quien junto con sus compadres de infortunio procura sobrevivir con una dosis de sentido del humor.
Con el fin de contener la presión inflacionaria, el Gobierno promoverá un paquete de medidas previas a la actualización del Presupuesto Público este verano. ”Esta presión se produce en la forma más grave en los precios de los alimentos y las formas de abastecimiento alimentario y a ello se han de encaminar una buena parte de las medidas”, considera Asen Vasilev, ministro de Hacienda. Mientras, el primer ministro, Kíril Petkov, declaraba: ”El Gobierno ha conseguido contener los precios de la luz para los usuarios comunales. Ahora estoy esperando una propuesta del Ministerio de Hacienda para una reducción del IVA al pan, la fruta y las hortalizas”.
El economista Pétar Ganev se muestra escéptico ante la implementación de tal medida. Pone a título de ejemplo la reducción del IVA que grava los libros, los artículos para niños y los restaurantes durante la pandemia de Covid-19, una reducción que no se tradujo en una disminución de los precios
“Ya dijimos en aquel momento que, una vez abierta la puerta para un régimen preferencial sobre determinados productos, iban a acumularse numerosos deseos -recuerda el economista- . En el sistema fiscal de Bulgaria el balance que funciona es el de “gravar todos los productos por igual, pero empleando impuestos bajos”. Respecto al IVA esto quiere decir reducir más bien la elevada tasa en todos los productos, no sólo de productos concretos”.
La ministra de Economía, Kornelia Nínova, ha propuesto poner un tope a los precios de algunos alimentos y de las materias primas energéticas, así como también decretar un mínimo no imponible. De momento, carece de una comprensión en el seno de la coalición gobernante:
“Quiero hacerles una pregunta a todos los que están criticando y arguyendo que de ponerse un tope a los precios, los productos desaparecerán de los comercios -dice Nínova- . ¿Cómo es posible que estos productos no hayan desaparecido en España, Rumanía, Grecia o Hungría, países en los que la medida lleva meses aplicándose y no hay conmociones? Respecto al mínimo no imponible, parece que en cierta medida nos hemos olvidado de que en Bulgaria también hay trabajadores pobres”.
Según Pétar Ganev, imponer un tope a los precios del aceite de girasol y el pan, entre otros alimentos, no es viable, puesto que los productores tienen su derecho a reorientarse a mercados extranjeros. Ganev ha augurado cierta compensación de los ingresos, relativa muy probablemente a las personas de la tercera edad, como también ha vislumbrado medidas sectoriales que incentiven la competencia y eviten que el precio de determinados productos aumente complementariamente por distorsiones en el mercado. ”Espero que la inflación no rebase del 14 % al 15 %, pero esto depende del apaciguamiento de la situación en Ucrania y de la bajada de los precios de las materias primas energéticas”, concluye el economista.
“Las compensaciones asignadas por el precio de la corriente eléctrica deben mantenerse hasta que se serenen los mercados”, señala en el contexto del corte de los suministros de gas ruso Ivaylo Náydenov, director ejecutivo de la Federación de Consumidores Energéticos Industriales de Bulgaria.
“El Estado debe intervenir, de una forma u otra -dice tajante Náydenov- . Hay que discutir si esto se hará a través de la compra de la producción y el acaparamiento respectivo, por ejemplo, en el caso de los cereales. Ignoro cómo el ministro de Agricultura podría subvencionar el precio del gas”.
Ivaylo Náydenov ha agregado que la industria búlgara necesita de entregas garantizadas a largo plazo de gas natural. ”No hay que permitir que las compras se hagan día por día, como ha ocurrido con la energía eléctrica“, ha resaltado, y ha opinado que en lo sucesivo se comenzará a pelear por el gas y que esta lucha provocará inexorablemente un aumento adicional de los precios.
Adaptado por Diana Tsankova a base de entrevistas de la emisora regional de Radio Nacional de Bulgaria en Vidin
Versión en español por Mijail Mijailov
“Una historia como de película” es lo que solemos decir cuando escuchamos una narración increíble o captamos fragmentos por casualidad en la mesa vecina de un café. Sin embargo, es el cine el que parece ofrecer al ser humano actual, inmerso en lo..
La usurpación del patrimonio cultural e histórico es una de las múltiples e inevitables consecuencias en cada conflicto militar tanto en plan histórico como hoy en día. Antes de que termine la guerra en Ucrania es imposible hacer un análisis adecuado..
El Festival de Navidad de Sofía se inaugura esta noche en el parque frente al Palacio Nacional de Cultura, en el corazón de la ciudad. La tercera edición del evento comienza a las 18:30 horas con un programa especial lleno de atracciones, delicias..
"A través de sus obras, Jean-Pierre Martínez busca restaurar el prestigio de la comedia como espejo de la sociedad", se puede leer en..