Con motivo del 77º aniversario de la victoria sobre el nazismo y en señal de reconocimiento a todos los búlgaros caídos en la II Guerra Mundial el presidente, Rumen Radev, y la vicepresidenta, Iliana Yótova, han depositado ofrendas florales al pie del Monumento al Soldado Desconocido en Sofía.

”Hoy es el día para homenajear a los pocos veteranos búlgaros de la II Guerra Mundial, a los miles de búlgaros que participaron en ella y a las miles de víctimas que ofrendaron su vida por la Europa unida en la que vivimos hoy”, ha expresado el Jefe de Estado. Tras el acto conmemorativo, Rumen Radev e Iliana Yótova han asistido al ritual de izar la bandera de la Unión Europea (UE) ante la Presidencia de la Nación, en honor al Día de Europa.

En respuesta a una pregunta, Rumen Radev ha comentado a los periodistas congregados frente al Monumento al Soldado Desconocido que es extremadamente inapropiado dar un ultimátum a Bulgaria con respecto a la adhesión de Macedonia del Norte a la UE. El Presidente ha resaltado que la presión externa sobre Bulgaria “se puede resistir cuando existen posiciones claras que toman en consideración el interés de Bulgaria y también la verdad”. El Jefe de Estado ha recordado que se trata de una violación de los derechos humanos, de los criterios de Copenhague y de un discurso de odio, que son incompatibles con los principios y valores europeos.

En lo tocante a la crisis energética, Rumen Radev ha resaltado la dependencia de Bulgaria del gas y el petróleo rusos, por no haberse logrado a lo largo de los años una diversificación y que ahora se deben buscar soluciones en beneficio de Bulgaria. ”A diferencia de los ciudadanos de otros países de la UE, los búlgaros son los más pobres y lo son también energéticamente, y esto debe tenerse en cuenta”. Si no se consiguen tales soluciones, según el Presidente, Bulgaria será amenazada por una grave crisis económica y social, con todas sus secuelas que afectarán incluso a quienes están gobernando.