El verano ha llegado a Bulgaria con una ola de protestas. Dos crisis paralelas están avivando las pasiones de la sociedad: una política, relacionada con la moción de censura al gobierno de coalición del primer ministro Kíril Petkov, y otra económica, provocada por la espiral inflacionaria y el crecimiento de los precios de los combustibles, que están afectando a los bolsillos de la nación más pobre de la Unión Europea (UE).
También este miércoles 22 de junio en Sofía, la capital búlgara, se esperan una serie de protestas políticas, ya que por la noche la Asamblea Nacional someterá a votación la censura al Gobierno.
Los partidarios del Gabinete Petkov están organizando una nueva manifestación para expresar su apoyo a los cambios en Bulgaria y al futuro proeuropeo del país.
“No debemos permitir que nos hagan retroceder años atrás ni que otra generación joven tenga que crecer protestando en las calles– . Así ha explicado a Radio Nacional de Bulgaria una de las participantes sus motivos para unirse a la manifestación– . Tenemos un Gobierno que no es perfecto, pero que ha dado una señal clara de su orientación proeuropea y reformista. Como ciudadana, estoy asustada por lo que vi la semana pasada: está emergiendo una nueva coalición entre los ex gobernantes del GERB (Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria) y el Movimiento por Derechos y Libertades, que están vinculados a la mafia, el partido Hay tal Nación, que se declaró en su apoyo, y el partido Resurrección, que es pro−Putin”.
Este último partido, de menor representación parlamentaria, también ha convocado a sus adeptos a otra protesta, pero contra el Gabinete Petkov. Un participante en la concentración del 21 de junio ha comentado lo siguiente:
“Yo personalmente considero que el Gobierno caerá. Es probablemente la primera vez que los estadounidenses no tienen un plan B. Creo que lo que está sucediendo en este momento no lo habían previsto y por eso están empleando todos sus recursos mediáticos en un intento de salvar la situación. No dan miedo. Creo que estamos a un paso de la caída del Gobierno”.
La actual crisis política se produjo después de que el partido Hay tal Nación (ITN), hasta hace poco socio de coalición en el gobierno, retirara su confianza y sus ministros del Gabinete, aduciendo como motivo las supuestas acciones del presidente del Ejecutivo con respecto al veto búlgaro al inicio delas negociaciones de membresía a la UE de la República de Macedonia del Norte. Un poco más tarde, seis diputados de ITN, incluido el dimitido ministro de Juventud y Deportes, Radostín Vasilev, optaron por abandonar el partido y mantenerse leales al Gobierno. Precisamente entre los parlamentarios de ITN los otros tres integrantes de la coalición gobernante (Continuamos con el Cambio, el Partido Socialista Búlgaro y la alianza Bulgaria Democrática) ven una posibilidad de apoyo a su gobierno en la votación dela censura.
Antes de la misma, ITN también tiene planeada una acción de protesta, pero frente al Ministerio de Deportes, para exigir la retirada del acta de diputado de los seis que abandonaron el grupo parlamentario del partido.
A las manifestaciones políticas que precederán a la votación de la censura en la Asamblea Nacional hay que sumar la protesta por la situación económica en Bulgaria, donde la inflación anual para mayo ascendió a 15.6%. El motivo principal del aumento de los precios de los bienes y servicios es el disparado precio de los combustibles. Por esto, tres horas antes de que se vote la moción de censura, detrás del edificio de la Asamblea Nacional se celebrará una Protesta Nacional contra los altos precios de los combustibles.
Además de en la capital, desde principios de semana se han ido produciendo protestas en varias ciudades del país. Los búlgaros en el extranjero también organizan sus propias movilizaciones.
Recopilado y adaptado por Elena Karkalánova
Versión en español de Daniela Radíchkova
Fotos: BNR, BGNES
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