Una nueva época en la industria cultural, el mayor y el más representativo centro de congresos de Bulgaria: este es el rostro popular del Palacio Nacional de Cultura, situado en el corazón de la capital búlgara. El Palacio, sin embrago, es mucho más, porque durante los cuatro decenios de su existencia el impresionante edificio y el bello jardín que lo rodea se han convertido en un centro atractivo para reuniones, eventos culturales, modalidades deportivas muy variadas y un lugar muy acogedor para los ciudadanos y los huéspedes de la capital. De allí parte asimismo la calle peatonal central de Sofía, la avenida Vitosha.
Siempre vale la pena hablar del Palacio Nacional de Cultura, ya que se trata de un lugar de importancia arquitectónica nacional, que fue inaugurado en 1981 con motivo del 1300 aniversario de la fundación del Estado Búlgaro. Miles de búlgaros participaron como voluntarios en la construcción del edificio central y por la escasez de constructores prestaron sus servicios ciudadanos de Chipre, Yugoslavia y Vietnam.
“Para mí, incluso 40 años después, el Palacio Nacional de Cultura sigue siendo la más grandiosa obra de construcción búlgara realizada por un equipo íntegramente búlgaro y con materiales búlgaros, señala en una entrevista para Radio Bulgaria el diseñador del equipo del Palacio Nacional de Cultura, Ivo Chiflíchki. El Palacio Nacional de Cultura es un templo único que acoge a todas las artes. En el Palacio se conservan pinturas, murales, obras plásticas de metal, esculturas, tallado en madera, etc. Ya que la gente se interesa por el aspecto místico del Palacio Nacional de Cultura he de decir que el edificio es famoso por la simbología que lleva. Quiero aseverar que en todo el edificio no hay ni un símbolo de la época política durante la cual fue erigido”.
Es un hecho curioso que en la construcción del edificio se utilizaron más de 10.000 toneladas de hormigón. El principal acento en la construcción del edificio ha recaído en la luz.
“En casi todas las 120 muestras del arte visual que atesora el Palacio el elemento principal es la luz, las llamas o el fuego, así como el ave fénix. Esta es la imagen que se apreciaba en el emblema inicial del Palacio creada por Stefan Kánchev y que se conserva hasta hoy en día en todas las puertas del edificio. En el vestíbulo central se encuentra la estatua Renacimiento, de tras de la cual está la obra plástica en metal Llamas. El mural en la sala número 8 se llama Fuego y en éste se aprecian casi todos los próceres de la ilustración nacional.
El presente y el futuro del Palacio Nacional de Cultura están estrechamente vinculados con el público que detrás de sus paredes ha encontrado un oasis y escapatoria del día a día. Al margen de la variada paleta de eventos que ofrece la agenda cultural del Palacio, el edificio pasará a ser más accesible para las personas curiosas que desean conocer más sobre su historia y los inapreciables artefactos que guarda.
“Espero que pronto podamos deleitar a los turistas con la posibilidad de ver el interior del Palacio con un guía, ha anunciado para Radio Bulgaria Ivo Chiflíchki. De este modo las obras de arte serán más accesibles para las personas a pesar de que se seguirán acatando las normas de su conservación. Puedo aseverar al público que tras haber pasado 40 años, estas obras siguen intactas y se encuentran en un estado envidiablemente bueno”.
Versión al español de Hristina Táseva
Fotos: ndk.bg, Facebook /Ivo Chiflíchki, Palacio Nacional de Cultura, So SofiaEsta noche se presenta en la Casa del Cine de la capital el libro Los versos del capitán , con motivo del 120.º aniversario del nacimiento del gran poeta chileno Pablo Neruda. El libro contiene poemas de amor dedicados a la futura esposa del poeta,..
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