Hasta el 5 de septiembre la ciudad de Sozopol vuelve a convertirse en capital cultural de Bulgaria. Más de 50 eventos ofrece el programa de la 38 edición de las Fiestas de las Artes Apolonia, entre conciertos, cine, teatro, veladas literarias con lo mejor de la producción anual de la cultura búlgara. El festival tradicional que ha sobrevivido a través de los años brinda al público lo más valioso: el contacto con el mundo de las artes y sus integrantes.

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Para el historiador literario Prof. Mijail Nedelchev, Sozopol siempre ha sido una ciudad de la salvación. Su vínculo con la pequeña población en la costa del mar Negro data de más de 50 años. Durante una velada literaria especial será celebrado el 80 aniversario del Prof. Nedelchev. 

“Apolonia desarrolló mi heterotipia feliz. Se trata de un término de Michel Foucault y significa lugar de la otredad. Los filósofos suelen hablar de las tristes hererotipias que son las cárceles y los hospitales, mientras que a mí me gustan las heterotipias felices y Sozopol es una de éstas.

Me gustaban muchísimo las primeras ediciones de Apolonia y los eventos que reunían a un gran número de personas. Cuando el festival comenzó en 1984 era la épica del socialismo y este evento era una gran alternativa cultural en el país.

Desde luego, los agentes de Seguridad de Estado escuchaban lo que debatíamos pero eran de los buenos agentes que se mostraban benevolentes con respecto a los intelectuales en el país”.

Apolonia es un festival cuya selección de eventos es sumamente inteligente y esto no ha cambiado a través de los años, dice María Kisimova-Moase, una escritora, periodista, experta en etiqueta y protocolo, que este año estrena su libro Monólogos.

“El festival siempre ofrece eventos muy interesantes. En los últimos 38 años aquí vienen muchas personas especialmente para Apolonia. Sí, ya veo distintas personas, la literatura ha cambiado pero existe gran interés y esto es lo que me da esperanza. La atmósfera en Sozopol siempre es especial.

Allá donde hay mar hay horizonte, hay sueños, salidas de sol, luna… Cuando uno camina por la playa la Luna y el Sol lo siguen y se da cuenta que hay un sendero iluminado por la luna que es especialmente para él. Así la naturaleza nos muestra que no estamos solos porque cada uno posee un sendero que conduce al sol o a la luna. Esto se siente mejor en la costa del mar”. 

“Apolonia tiene una visión propia que está representada de una manera muy interesante en los carteles elaborados para el festival y a través de los reportajes de Radio Nacional”, dice Marieta Ánguelova, directora de teatro de títeres y fundadora de una casa teatral.

“Para mí Apolonia es un evento muy esperado que continúa gracias a los esfuerzos de todos que son parte de esta tradición. Como directora teatral siempre me alegro y me conmuevo por la atmósfera que reina aquí. Sozopol debe seguir desarrollando su espíritu festivalero y nosotros también aportamos a ello”. 

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Versión al español de Hristina Táseva