“Hace 114 años nuestros ancestros rechazaron cualquier pretensión de que Bulgaria puede ser un país vasallo de alguien y que el desarrollo nacional de la nación, su vida social y cultural pueden ser rehén de una voluntad extranjera”, ha escrito el Jefe de Estado búlgaro.

Las manifestaciones festivas comenzaron con una liturgia solemne en la iglesia Cuarenta Santos Mártires, de Veliko Tarnovo, donde fue leído el manifiesto de la Independencia. En el templo fue traído un trozo de las reliquias de San Juan de Rila, protector celeste del pueblo búlgaro.

La Independencia es una fiesta magna y de gran importancia porque Bulgaria conservó su dignidad, ha señalado el metropolitano de Veliko Tarnovo, Gregorio. “Todos los búlgaros deben estar cautelosos cómo guardan la independencia porque este es el tesoro más valioso que tenemos y porque la independencia debe ser defendida cada día”, ha llamado el obispo.