No hay una estadística oficial del número de los búlgaros residentes en Brasil pero, según datos extraoficiales, son unas 3.000 personas. A pesar de haberse asentado al otro hemisferio, ellos no son impasibles con respecto a lo que sucede en la patria. Lo muestra el hecho de que para estas elecciones parlamentarias fue depositado el suficiente número de solicitudes, en conformidad con la ley, para organizar el voto fuera de la capital Brasilia, en Sao Paulo, la ciudad brasileña donde hay mayor concentración de compatriotas nuestros.

Uno de los búlgaros en Brasil es Ben Popov. Abandonó Bulgaria hace 22 años y primero emigró en los EEUU, después de trasladó a Sao Paulo, donde vive hasta hoy en día con su familia. Desde entonces ha regresado a Bulgaria en cuatro ocasiones. Durante la jornada electoral está en su ciudad natal, Stara Zagora. A pesar de que vive tantos años fuera de Bulgaria, Ben está convencido de que debe dar su voto para la formación de la nueva 48ª Asamblea Nacional.

“Creo que cada persona que se siente búlgaro, independientemente si reside en el extranjero, debería considerar su participación en los procesos en Bulgaria. Vivo en el extranjero pero no puedo decir que esto será así para siempre. En algún momento puedo decidir regresar. Bulgaria es mi patria. Para mí es lógico tener la posibilidad de participar en las elecciones porque esto significa participar en el futuro del país”.

Ben señala que ve muchos cambios positivos en Bulgaria que ocurrieron en los diez años que llevaba sin viajar a su patria; por ejemplo, en el ámbito de la infraestructura, en el sistema bancario, etc., a pesar de que hay mucho que desear en comparación con Brasil y otros países europeos.

¿Ha logrado encontrar ideas racionales para el futuro del país en la campaña electoral?

“Creo que el problema no radica en las ideas o las propuestas. En todas las elecciones se pueden oír muchas promesas positivas de cambio pero el tema es hasta qué grado se cumplen estas promesas, dice Ben Popov. Tengo la impresión de que la mayoría de las cosas que prometen los candidatos no se realizan en la práctica en la vida de los ciudadanos en los 4 años de gobierno de un partido. Para mí el problema radica en esto. Es fácil prometer y tener interesantes ideas pero hace falta llevarlas a cabo”.

La sociedad búlgara debate si es mejor tener un gobierno de coalición o de expertos para que el país pueda salir adelante con mayor rapidez:

“Hacen falta los dos componentes porque debe haber una coalición, debe haber entendimiento, opina Ben. De lo contrario, si una parte de los gobernantes tienen un oponente muy fuerte, no podrán promoverse propuestas de enmiendas y por muy buenas que sean las ideas no se podrá hacer nada. Por otro lado ellos deben ser profesiones en los ámbitos en los cuales trabajarán”.

Una de las grandes preocupaciones de los búlgaros es si después de estas elecciones el país tendrá por fin un gobierno estable. ¿Qué es lo que piensa Ben Popov de ello?

“Me es muy difícil pronosticar. Como sabemos las estadísticas preliminares muchas veces son erróneas. Espero que haya una fuerza política que disponga de una mayoría para poder cumplir con su labor. Tal vez esto pueda suceder mediante coaliciones, negociaciones con otros partidos que tienen ideas similares. Espero que esto suceda porque ya hemos visto como cambian los gobiernos que no son operantes”, ha señalado en entrevista para Radio Bulgaria Ben Popov, un búlgaro que lleva varios años viviendo en Brasil pero ha votado en las elecciones presidenciales en la patria.

Versión al español de Hristina Táseva