A principios de la semana pasada casi 800 ucranianos de origen búlgaro conmemoraron el octavo mes desde comienzos de la guerra en Ucrania, enviando una carta que contenía el llamado de ayuda y apoyo al país a la Presidencia, el Consejo de Ministros y la Asamblea Nacional. Los diputados prestaron atención a su pedido y  aprobaron una resolución de la Asamblea Nacional para el envío de ayuda militar a Ucrania.

El acuerdo vino nueve meses después del inicio de la guerra y casi siete meses después de que esta propuesta fuera depositada por primera vez en el Parlamento.

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“La resolución me ha alegrado. La espera y los rodeos eran muy agobiantes para mí”, ha reconocido en una entrevista para Radio Bulgaria Natalia Lulcheva, una búlgara de Besarabia y ha comentado las acusaciones del Partido Resurrección de que las personas que firmaron la carta de ayuda militar tienen objetivos lucrativos.

“Esto es una pura mentira. Puedo enumerar a varias personas que conozco personalmente, búlgaros de Besarabia que en estos momentos están en frente. Se trata de compatriotas míos que desean proteger su patria. Ellos aman Bulgaria, hablan el búlgaro pero son ciudadanos de Ucrania. Así que no permito que alguien me diga que me han pagado”.

En un mes el Consejo de Ministros debe hacer un análisis del armamento y los equipos técnicos disponibles para que quede claro qué es lo que puede enviar Bulgaria. Los diputados dieron un breve plazo para firmar el acuerdo para proporcionar los equipos necesarios a Ucrania, tomando en consideración las posibilidades búlgaras, y han subrayado la necesidad de organizar reuniones con los aliados de la OTAN para que a Bulgaria se le proporcionen equipos militares para que el país se libere de las obsoletas armas soviéticas.

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Es real el riesgo del aumento del déficit en las capacidades de defensa del país si no se encuentran variantes de compensar los sistemas de armas enviados a Ucrania, ha señalado en una entrevista para Radio Nacional de Bulgaria el ex ministro de Defensa Ánguel Naydenov. En sus palabras, desde 2021 Bulgaria dispone de un documento principal: el Programa de Desarrollo de las Capacidades Defensivas que describe las posibilidades del país. Por esto es bien claro con qué armas dispone Bulgaria. “Bulgaria no es un país neutral, sino que participa en la toma de decisiones en el formato Ramstein junto con otros 60 países y organizaciones internacionales que aseguran ayuda militar a Ucrania que ya supera la suma de 126 000 millones de dólares”, ha recordado Naydenov. “Bulgaria apoya las sanciones contra Rusia y como parte de la UE forma parte de los países que apoyaron la creación de un fondo especial mediante el cual se lleva a cabo la financiación de transacciones militares para Ucrania”, ha explicado el analista.

A juicio de otro experto y ex ministro, Velizar Shalamanov, Bulgaria puede enviar equipos técnicos blindados y sistemas de defensa antiaérea y, sobre todo, municiones. En lo que se refiere a los equipos técnicos que sustituirán los antiguos, Shalamanov ha explicado que su envío está plasmado en un programa de rearme.

“Es posible que pronto Bulgaria adquiera baterías Patriot que tienen mejores capacidades  que el complejo C300. Estas baterías pueden garantizar la seguridad de la capital y de otras ciudades, así como de una central atómica. Podemos reforzar asimismo la defensa antiaérea de las regiones fronterizas.

“No se debe esperar el recambio antes de enviar la ayuda militar ya que hace falta tiempo para la producción de algunos de los nuevos artículos con los cuales será sustituidas las armas búlgaras”, dice categórico el presidente de la comisión parlamentaria de defensa y diputado por el partido GERB-CDC Jristo Gadzhev.

“Aparte de las armas disponibles que utiliza el ejército búlgaro, en estos momentos hay otros que forman parte de las reservas. La parte ucraniana desea recibir obuses de 122 milímetros y de 152 milímetros. El ejército búlgaro dispone de grandes cantidades de estas armas. Mientras, el Consejo de Ministros ha depositado un programa de modernización del ejército que prevé la sustitución de los sistemas búlgaros de estos calibres por los que utiliza la OTAN: de 155 milímetros.

Si logramos enviar una parte de las armas de las cuales dispone Bulgaria con el compromiso de ser sustituidas por armas en conformidad con los estándares de la OTAN después de algunos años cuando serán recibidos los nuevos sistemas, entonces podremos decir que tenemos un proyecto exitoso y al mismo tiempo podremos ayudar.

Versión al español de Hristina Táseva