Las consultas del presidente Rumen Radev con los partidos representados en el Parlamento para formar Gobierno se convirtieron en una disputa sobre el rearme del ejército búlgaro durante la reunión entre el jefe de Estado y la alianza Bulgaria Democrática.

El presidente criticó la tesis de que Bulgaria debería proporcionar su antiguo armamento soviético a Ucrania para recibir a cambio sistemas más viejos de sus aliados de la OTAN.

El copresidente de Bulgaria Democrática, Jristo Ivanov, respondió que el problema con la modernización retrasada del ejército es sistémico. El político enfatizó que el presidente especuló al dcir que si Sofía envía armas a Ucrania, se implicará como país en la guerra porque otros países occidentales también suministran armas a Ucrania pero no son países beligerantes. Putin tiene interés en una Europa desunida para imponer su voluntad. Después del 24 de febrero, por muy tarde que sea Bulgaria debe ponerse del lado de Ucrania y no asustar a la gente, agregó Ivanov.

En cuanto a la formación de un Gobierno, el presidente señaló que el voto de los ciudadanos de las últimas elecciones ha mostrado que ningún partido puede gobernar solo.

La aritmética muestra que se necesitan no menos de tres partidos para formar un Gobierno. Para que éste sea estable, se requiere la creación de una coalición con prioridades y estructura para asegurar a los ciudadanos búlgaros que esta no es una reunión sin principios, respondió Ivanov.

El presidente indicó que no se apresuraría a entregar los mandatos para formar Gobierno. "No programaré elecciones en enero y febrero. Solo podemos imaginar a qué conducirá esto, y el riesgo de una participación electoral aún menor es real. Entonces, el tercer mandato se entregará después del año nuevo, de modo que haya elecciones en el mes de marzo”, enfatizó Radev.