Rusia tiene toda la responsabilidad por la guerra en Ucrania, que es una grave violación del derecho internacional y los principios de la Carta de las Naciones Unidas. La agresión, incluidos los ataques sostenidos e inconcebibles contra la infraestructura civil y energética de Ucrania, está privando a millones de ucranianos de servicios  básicos. Afecta el suministro mundial de alimentos y amenaza a los países y pueblos más vulnerables del mundo. Las acciones inaceptables de Rusia, incluidos los híbridos, el chantaje energético y la retórica nuclear imprudente, están socavando el orden internacional, dijeron los ministros de Exteriores de la OTAN en una declaración adoptada en la reunión de Bucarest.

La OTAN proporcionará ayuda humanitaria adicional a Ucrania en forma de combustible, generadores de energía y suministros médicos, dijo el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

En Bucarest el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, acusó a Rusia de convertir el mar Negro en una "zona de guerra" y prometió fortalecer la presencia de la OTAN desde el Báltico hasta el Mar Negro.

La situación en torno a Ucrania ha influido en la decisión de Rusia de abandonar las consultas previstas en El Cairo con Estados Unidos sobre el Tratado sobre Armas Estratégicas Ofensivas, dijo a la radio Kommersant el viceministro de Exteriores ruso, Sergey Ryabkov.

Rusia ha perdido "para siempre" a Europa como su mayor cliente de energía, dijo el jefe de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol, en una conferencia sobre energía. La agencia espera que la producción de petróleo rusa se reduzca en 2 millones de barriles por día para marzo de 2023. La UE suspenderá las importaciones de petróleo ruso por mar a partir del 5 de diciembre y de productos petrolíferos rusos a partir del 5 de febrero de 2023. Continúan las discusiones sobre la introducción de un límite de precio para el petróleo ruso entregado por mar, informó Reuters.